El consumo de café torrefacto ha sido objeto de debate en España, donde su popularidad ha ido en aumento desde la posguerra. Este tipo de café, obtenido mediante un proceso que incluye la caramelización de azúcar, no ofrece las virtudes del café de calidad, lo que ha llevado a muchos a cuestionar sus beneficios para la salud.
El café contiene poderosos antioxidantes y ofrece beneficios cardiovasculares. Sin embargo, el café torrefacto, que puede contener hasta 15 kg de azúcar por cada 100 kg de café verde, enmascara los defectos de los granos y reduce la calidad final de la infusión. Esto ha llevado a que generaciones de españoles se acostumbren a un sabor fuerte y amargo, alejado de las características del buen café.
Impacto en la salud y riesgos asociados
Desde el punto de vista de la salud, el café torrefacto no es un veneno, pero carece de las propiedades beneficiosas de un café de calidad. Es especialmente desaconsejable para quienes padecen diabetes, problemas digestivos o de peso. Según Félix Cisnero, fundador de Café Té Arte, «la gente no sabe que cuando está consumiendo torrefacto, está consumiendo azúcar», lo que representa un riesgo que debe ser controlado.
Además, el proceso de tostado con azúcar genera compuestos químicos como la acrilamida, que está clasificada como probablemente cancerígena. Esta sustancia se forma en los alimentos que son cocinados a altas temperaturas y también se encuentra en el humo del tabaco. La calidad del café torrefacto es generalmente inferior, y su contenido en antioxidantes naturales es bajo en comparación con el café natural.
Cómo identificar el café torrefacto
Para los consumidores, distinguir entre café torrefacto y café de calidad puede ser complicado. La web gestióndecafeterias ofrece algunos consejos para identificarlo: el torrefacto tiene un color negro brillante, un sabor amargo y un regusto a quemado. Además, es importante leer las etiquetas, ya que en España es obligatorio especificar si el café ha sido torrefactado. Por último, el precio es un indicativo: el torrefacto suele ser más barato, ya que incluye menos café puro por kilo.
El café torrefacto, aunque popular, representa un reto para la cultura del café en España. A medida que los consumidores buscan opciones más saludables y de mejor calidad, es esencial estar informados sobre lo que realmente estamos bebiendo.
