Valderas, un pequeño pueblo de León con apenas 1 500 habitantes, se ha convertido en un auténtico referente gastronómico gracias a su famoso bacalao al ajoarriero, un plato que ha trascendido fronteras. Este manjar, que se elabora con una receta tradicional, se ha consolidado como emblema de la localidad, a pesar de su lejanía del mar.
Un legado culinario en tierra de secano
La tradición del bacalao en Valderas tiene sus raíces en las antiguas rutas comerciales que conectaban Galicia con el resto de España. A través de estas vías, el pescado salado, considerado en su momento de escaso valor, llegó a las mesas de los humildes valderenses. En este contexto, el restaurante Casa Zoilo se ha erigido como pionero en la elaboración de este plato, que se prepara con ajos, pimentón y aceite de oliva, siempre en cazuela de barro.
Zoilo Rueda, propietario del restaurante, lleva 86 años de vida, y aunque se ha ido retirando de la cocina, su pasión por el bacalao sigue intacta. “Yo no opino de los demás restaurantes, pero nosotros tenemos el mejor bacalao de España”, afirma con orgullo. Este delicioso plato, que se sirve por 18 euros, es acompañado de un pulpo a la brasa que también destaca en la carta por su calidad, con un precio de 25 euros.
La receta de un plato para pobres que conquistó paladares
La receta del bacalao al ajoarriero, según cuenta Zoilo, tiene un origen humilde. Hace unos 200 años, una antepasada suya, Leonor “La canaria”, ideó este plato para alimentar a los arrieros y comerciantes que pasaban por la localidad. Con ingredientes sencillos, transformó un alimento considerado modesto en un manjar muy apreciado hoy en día.
La elaboración del bacalao comienza con una correcta salazón, seguido de un hervido rápido antes de añadir pimentón y ajo. El proceso culmina en una cazuela de barro, donde todos los sabores se integran antes de ser servido a los comensales que esperan ansiosos. “Antes lo pelaban a mano las mujeres y les salían unas úlceras”, recuerda Zoilo, refiriéndose a una labor que ahora se realiza con máquinas.
A medida que los clientes se acomodan, la atmósfera en Casa Zoilo se vuelve cada vez más animada. La comanda del bacalao al ajoarriero es prácticamente unánime, y el aroma se mezcla con el sonido del aceite hirviendo en la cocina. La experiencia se completa con postres caseros que, por 6 euros, ofrecen una dulce conclusión al banquete.
La fama de Valderas como destino culinario sigue creciendo, destacando la importancia de mantener vivas las tradiciones gastronómicas en un mundo donde las opciones rápidas y modernas predominan. La historia del bacalao al ajoarriero es un recordatorio de que, a veces, los platos más sencillos son los que cuentan con las historias más ricas y emocionantes.
