El examen teórico de conducir en Aragón ha alcanzado un punto crítico, con un 50% de los aspirantes suspendiendo la prueba, la cifra más alta desde 2019. Este aumento de suspensos refleja una tendencia preocupante que afecta no solo a la comunidad aragonesa, sino a toda España.
Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el porcentaje de aprobados ha disminuido de manera constante en los últimos años. En 2021, el 55,72% de los alumnos lograba aprobar, mientras que en lo que va de 2025 esta cifra se ha reducido al 51,16%. En total, 10.693 alumnos aragoneses han suspendido en los primeros diez meses del año.
Factores que influyen en el aumento de suspensos
El descenso en la tasa de aprobados se debe a varios factores, entre ellos una notable reducción en la asistencia a las clases de autoescuela. Según Sergio Olivera, portavoz de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), «la gente cada vez pisa menos la autoescuela». Esta situación se agrava con el aumento de personas que deciden presentarse al examen sin la formación adecuada.
A pesar de que la parte teórica es la más económica, con precios que oscilan entre 150 y 250 euros incluyendo las tasas de tráfico, muchos aspirantes optan por ahorrar y prepararse por su cuenta. Sin embargo, esta estrategia no está dando resultados, ya que quienes se examinan de forma independiente tienen un porcentaje de aprobados mucho menor, aproximadamente 20 puntos porcentuales menos que quienes reciben instrucción formal.
La DGT y el futuro del examen teórico
La DGT reconoce el problema y aclara que no se atribuye a una mayor dificultad del examen, que ha permanecido prácticamente igual. Recientemente, se ha desmentido la información que circulaba en redes sobre un posible cambio en el modelo de examen a partir de octubre. Sin embargo, se prevé la incorporación de vídeos de percepción de riesgo durante la prueba teórica, lo que no cambiará la dificultad del examen, sino que busca mejorar la percepción de riesgos de los futuros conductores.
La DGT también dispone de manuales y exámenes adaptados para personas con dificultades de comprensión lectora. No obstante, estos recursos están destinados a un público específico y no se aplicarán al conjunto de los candidatos, que seguirán enfrentándose al mismo tipo de examen.
La situación actual es preocupante y refleja un cambio en la forma en que los aspirantes se preparan para obtener su carnet de conducir. Es fundamental que se revalorice la formación teórica y se incentive la asistencia a las autoescuelas para revertir esta alarmante tendencia de suspensos.
