El cold brew se ha convertido en la opción preferida para disfrutar del café frío en verano, destacándose por su sabor más suave y con matices en comparación con el café frío tradicional. Este método de preparación, que consiste en infusionar café en agua fría durante horas, permite obtener una bebida menos ácida, ideal para quienes buscan un café refrescante sin renunciar a la calidad.
Según los expertos de Fanático café, «no es una moda, es una nueva versión de preparar buen café frío». Esta bebida, descrita como «limpia, brillante y con poca acidez», ha ido ganando popularidad entre los aficionados al café de especialidad. A diferencia del café caliente que se enfría, el cold brew ofrece un sabor más equilibrado y un cuerpo sedoso, convirtiéndose en una opción perfecta para los días calurosos.
Cómo preparar cold brew en casa
La preparación del cold brew es sencilla y no requiere de accesorios específicos. Con solo 60 gramos de café en grano y 1 litro de agua filtrada, cualquier amante del café puede disfrutar de esta bebida en casa. Aunque existen botellas específicas, como las de la marca Hario, se puede utilizar cualquier frasco o bote que tengamos a mano.
El proceso es el siguiente: primero, se deben moler los granos de café de forma gruesa, similar a la molienda que se utiliza para la prensa francesa. Una vez molido, mezcle el café con el agua en el recipiente elegido. Es importante que esta mezcla repose en un lugar fresco y alejado de la luz solar durante un periodo de entre 12 y 18 horas para conseguir el mejor sabor. Posteriormente, se filtra el café usando un filtro de papel, un colador metálico o incluso una tela, asegurando que no pasen los posos al líquido.
Consejos para un mejor resultado
Según los especialistas de Ikore Kofi, es fundamental evitar enfriar el café en la nevera durante la infusión, ya que el frío puede ralentizar la extracción del café hasta un 50%, resultando en un café amargo y sin matices. Por ello, se recomienda dejar reposar la mezcla a temperatura ambiente, donde los sabores se desarrollarán de manera óptima.
Una vez filtrado, el cold brew se puede servir frío, pero también es posible calentarlo y añadir leche o chocolate, según las preferencias personales. Esta versatilidad lo convierte en una opción ideal para cualquier momento del día.
Con la llegada del verano, el cold brew se presenta como una alternativa refrescante y deliciosa para los amantes del café, ofreciendo una experiencia única que se aleja de las opciones tradicionales. Así que, si buscas una manera diferente de disfrutar del café, no dudes en probar esta técnica de infusión fría que ha conquistado a tantos.
