La cooperativa Consum conmemoró este miércoles a las víctimas mortales de la dana ocurrida el 29 de octubre de 2024, un trágico evento que dejó un saldo de 237 fallecidos en la Comunidad Valenciana. En un emotivo acto, la cadena de supermercados realizó un minuto de silencio en sus tiendas y plataformas digitales, además de guardar 237 segundos en las tiendas de las áreas más afectadas y en su sede central, como símbolo de respeto y solidaridad hacia las familias de los fallecidos.
Este homenaje se enmarca en el primer aniversario de la devastadora riada, que alcanzó niveles históricos, con registros de hasta 771 litros en la localidad de Turis, y afectó a varios municipios en la provincia de Valencia. En un comunicado, la empresa expresó su deseo de tener “un recuerdo especial para todas las personas que, lamentablemente, ya no están con nosotros”.
Compromiso y solidaridad en tiempos difíciles
La cooperativa destacó en su mensaje la importancia de reconocer el esfuerzo de sus trabajadores, así como la confianza de sus clientes en momentos de crisis. “Con respeto y solidaridad, hemos rendido homenaje a todos los que estuvieron ahí: a nuestros compañeros, por su esfuerzo y compromiso; a nuestros clientes, por su confianza y cercanía en los momentos más difíciles; y a los miles de voluntarios y proveedores que ofrecieron su ayuda sin dudarlo”, añadió el comunicado.
El texto concluyó con un llamado a la esperanza, afirmando que “seguimos adelante, juntos”, en un claro intento de motivar a la comunidad a superar la adversidad que supuso la dana. Este acto no solo representa un tributo a las víctimas, sino que también subraya la importancia de la unidad y el apoyo mutuo en la recuperación ante tragedias naturales.
El compromiso de Consum con la comunidad se manifiesta a través de diversas iniciativas que apoyan a las áreas afectadas, reforzando su papel como un actor social responsable en la región. En este sentido, la alcaldesa de Valencia, Carlos Latorre, también mostró sus respetos en la zona cero del desastre, reafirmando la necesidad de recordar y aprender de lo sucedido para prevenir futuros incidentes.
Este homenaje a las víctimas de la dana nos recuerda la fragilidad de la naturaleza y la importancia de estar preparados ante situaciones de emergencia, así como la necesidad de fomentar un espíritu solidario entre todos los ciudadanos.
