Investigadores del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca (CIC-CSIC-USAL) han realizado un descubrimiento fundamental en la lucha contra el cáncer de pulmón al identificar el papel crucial de la proteína Capicua. Este hallazgo, publicado en la revista científica EMBO Molecular Medicine, tiene el potencial de anticipar la resistencia a tratamientos en algunos de los tipos de cáncer de pulmón más comunes.
El laboratorio dirigido por Matthias Drosten ha demostrado que Capicua actúa como un «freno natural» frente a tumores que presentan mutaciones en los genes KRAS y TP53, que son dos de las alteraciones genéticas más prevalentes en este tipo de cáncer. Cuando la función de Capicua se ve comprometida, los tumores no solo avanzan con mayor rapidez, sino que también desarrollan resistencia a tratamientos diseñados específicamente para inhibir la acción de KRAS. “Una vez desaparece ese freno, el crecimiento tumoral se dispara”, explica Drosten.
Implicaciones clínicas del descubrimiento
Este avance no solo proporciona una explicación sobre por qué algunos tumores progresan a pesar de recibir terapias dirigidas, sino que también abre nuevas vías para el desarrollo de tratamientos más personalizados. La primera autora del estudio, Irene Ballesteros-González, indica que se han realizado investigaciones en modelos experimentales que demuestran que restaurar la actividad de Capicua o administrar ciertos fármacos metabólicos puede re-sensibilizar a los tumores que previamente habían desarrollado resistencia.
Para alcanzar estos resultados, el equipo utilizó modelos animales modificados genéticamente que simulan las mutaciones humanas en KRAS y TP53, lo que les permitió analizar el impacto de la ausencia de Capicua y evaluar nuevas combinaciones terapéuticas. Todo esto se realizó siguiendo estrictas normas éticas y de bienestar animal.
Un futuro prometedor en la investigación oncológica
Los investigadores subrayan que la detección de alteraciones en Capicua podría tener un impacto clínico directo, ya que permitiría anticipar qué pacientes podrían dejar de responder a los tratamientos farmacológicos actuales y, en consecuencia, adaptar sus terapias de forma más efectiva. Además, este descubrimiento abre un camino hacia el desarrollo de nuevos medicamentos que refuercen o sustituyan la función protectora de esta proteína.
El estudio ha contado con el apoyo financiero de diversas entidades, entre ellas la Agencia Estatal de Investigación, la Fundación Científica de la AECC, el Instituto de Salud Carlos III, el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Comunidad de Madrid y el European Research Council. El Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca se establece como un referente nacional en la búsqueda de nuevos tratamientos y en el estudio de los mecanismos que impulsan esta enfermedad.
