Ubicada a más de 700 metros sobre el nivel del mar, Casa Lawa se ha transformado en un destacado refugio para chefs y marcas de moda, convirtiéndose en un lugar de referencia en Sicilia desde su apertura al público en 2022. Este hotel innovador ha atraído a más de 50 cocineros de diversas partes del mundo y a marcas como Zara, que en junio lanzó una línea de ropa infantil en colaboración con el establecimiento. Actualmente, Casa Lawa se alquila para eventos privados y retiros gastronómicos, destacándose por su enfoque en la comunidad y la experiencia.
Según Lukas Lewandowski, fundador y director creativo de Casa Lawa, la gastronomía es el «corazón del proyecto». «La comida es algo que hace comunidad, que une a las personas», afirma mientras sirve pasteles de almendra típicos de Sicilia en el jardín de la casa. Desde sus inicios, han organizado residencias para chefs internacionales que, además de ofrecer clases de cocina, crean cenas en grupo utilizando productos locales y de temporada.
Entre los chefs que han pasado por Casa Lawa se encuentran Julia Khan Anselmo, Ola Szwalek, y Elias Kvarning, quienes han aportado sus propias influencias culinarias a la cocina siciliana. Lewandowski destaca que la diversidad cultural de los chefs enriquece la forma de trabajar con ingredientes locales, generando combinaciones únicas como el carpaccio de pez espada con agua de tomate o el tiramisú con ciruelas del Etna.
Un cambio de negocio hacia experiencias únicas
Lo que comenzó como un pequeño hotel con cuatro habitaciones ha evolucionado en poco más de cuatro años hacia una marca propia, dejando atrás la ambición inicial de ser solo un lugar para hospedarse. Casa Lawa ahora se alquila por un mínimo de tres días, con un coste de 2 000 euros la noche, incluyendo desayuno. Además, han empezado a organizar retiros para grupos de yoga y arte, con precios que oscilan entre 2 800 y 4 300 euros por persona, brindando talleres y actividades.
El éxito de Casa Lawa ha sido notable, atrayendo a marcas que reservan el lugar para sesiones de fotos y campañas publicitarias, lo que ha hecho que la disponibilidad para el público sea más escasa. Lewandowski comenta que han notado un creciente interés por experiencias más íntimas y personalizadas, donde la comunidad y la gastronomía son protagonistas. «La acogida regular de visitantes en un lugar tan pequeño es demasiado costosa», explica.
Un diseño atractivo en un entorno natural
La casa, construida en 1812, destaca por sus oscuros muros de lava, que contrastan con un diseño interior minimalista y colorido. En el jardín, los 300 cerezos existentes han sido aprovechados para crear un ambiente acogedor, mientras que una piscina ofrece vistas espectaculares del paisaje siciliano. Aunque Casa Lawa no se encuentra junto al mar, está situada en un parque natural del Etna, lo que proporciona un entorno único para disfrutar de la tranquilidad y la belleza de la isla.
Lewandowski, con un variado currículum que incluye experiencia como estilista de moda y galerista, ha sabido combinar su pasión por la gastronomía y el diseño en este proyecto. Asegura que la clave del éxito de Casa Lawa radica en su estética cuidada y en la experiencia única que ofrecen a sus visitantes. Con una presencia activa en redes sociales, han logrado atraer a turistas de diversas comunidades virtuales, consolidándose como un destino gastronómico y cultural de referencia en Sicilia.