El arroz caldero, un plato tradicional de la cocina española, ha cobrado popularidad no solo por su sabor, sino también por sus propiedades reconfortantes y curativas. Este guiso, que se caracteriza por su textura caldosa, se presenta como una opción ideal para combatir el frío invernal y, sorprendentemente, se le atribuyen beneficios en el tratamiento de afecciones como la depresión, el prurito y la fibromialgia.
La historia de este plato en particular se remonta a la región levantina, donde el arroz es un alimento básico. Su preparación se ha adaptado a lo largo del tiempo, pero la esencia sigue siendo la misma: un caldo sabroso que complementa el arroz y lo convierte en un verdadero festín para el paladar. Según la experiencia de quienes lo han degustado, el arroz caldero es capaz de «resucitar muertos», en el sentido figurado, claro, pues su sabor es tan reconfortante que puede levantar el ánimo en días grises.
Receta del arroz caldero
La receta del arroz caldero que a continuación se presenta proviene de un pequeño restaurante en la calle Alonso Heredia de Madrid, conocido como La Panocha, que, aunque cerró sus puertas hace años, dejó una huella imborrable en quienes disfrutaron de sus platos. Para preparar este delicioso arroz caldero, se necesitan los siguientes ingredientes:
- 900 g de arroz Bomba
- 8 ñoras
- 8 dientes de ajo
- 2 kg de huesos de rape
- 1 brik de 400 ml de tomate frito
- 32 langostinos frescos
- 3 pastillas de caldo de pescado
- Ajo y aceite de oliva para el alioli
La preparación comienza deshidratando las ñoras, que se fríen con cuidado para evitar que se quemen. Este primer paso es crucial, ya que un exceso de cocción puede arruinar el plato. A continuación, se trituran las ñoras fritas con los ajos y un poco de agua, formando una pasta que se reserva para más adelante.
En una olla, se sofríen los huesos de rape junto con cualquier resto de pescado blanco que se tenga a mano. Añadiendo el majado de ñoras, el tomate y un toque de vino oloroso, se deja cocer durante aproximadamente tres horas. Este caldo es la base que dará sabor al arroz y a los mariscos que se añadirán posteriormente.
Un plato para compartir
Una vez que el caldo ha adquirido todo su sabor, se cuela y se ajusta a tres litros. Este proceso asegura que cada bocado de arroz esté impregnado de un sabor profundo y satisfactorio. El siguiente paso es añadir el arroz al caldo hirviendo, el cual debe cocinarse entre 15 y 18 minutos, manteniendo siempre un ojo para que no se pase.
Finalmente, se incorporan los langostinos y se sirve el plato caliente, idealmente acompañado de un buen vino tinto de la región de Jumilla o de la Manchuela. Este arroz caldero no solo es un manjar, sino también un símbolo de la calidez y la convivencia, perfecto para disfrutar en compañía durante los meses más fríos del año.
En definitiva, el arroz caldero es más que un simple plato; es una experiencia culinaria que alimenta el cuerpo y reconforta el alma, haciendo de cada comida un momento especial.