El pasado viernes, 18 de julio, el concurso Pasapalabra de Antena 3 vivió un emocionante episodio que ha captado la atención de los seguidores del programa. La joven concursante Rosa Rodríguez sorprendió a todos con un emotivo discurso de despedida dirigido a los invitados que la acompañaron durante la semana. Este momento, que se produjo justo antes de la prueba final conocida como el Rosco, dejó a la audiencia con una mezcla de nostalgia y admiración.
Un duelo inolvidable
El programa destacó por el histórico enfrentamiento entre Rosa y su rival, Manu, quienes mantuvieron un empate impresionante con 21 aciertos hasta el último segundo. Rosa, con gran destreza, logró acertar una palabra más que Manu justo antes de finalizar su turno, llevándose así el reconocimiento de los espectadores. Sin embargo, lo que realmente ha revolucionado el verano de muchos ha sido su emotiva despedida a los invitados: Pablo Puyol, Nuria Fergó, Carlos Chamarro y Ainhoa Arbizu.
La gallega no escatimó en elogios hacia los presentes, expresando su gratitud de manera pública: “Gracias por vuestro buen rollo, ha sido un placer compartir estos programas”. Este gesto de cariño resonó entre los seguidores, quienes han expresado su apoyo a Rosa en redes sociales.
El desenlace del Rosco
Después de este conmovedor momento, el Rosco de la tarde se llevó a cabo, permitiendo a Rosa y Manu demostrar una vez más sus habilidades lingüísticas. Ambos concursantes ingresaron a la prueba final con 21 aciertos, pero fue Rosa quien decidió arriesgarse en la letra F. Con tan solo 11 segundos en el marcador, se mostró indecisa antes de finalmente responder “Ferviente”, logrando así otro acierto.
Por su parte, Manu, que también contaba con 21 respuestas correctas, no pudo igualar a Rosa y cometió un error que lo envió a la temida Silla Azul. Este revés no le desanimó, y con serenidad comentó: “Esto va a rachas y es lo que toca”, demostrando una actitud tranquila ante la adversidad.
La entrega del programa no solo fue un espectáculo de conocimiento y habilidad, sino también un recordatorio del vínculo emocional que se crea entre los concursantes y el público. Rosa Rodríguez, con su carisma y talento, se ha convertido en una figura entrañable para la audiencia de Pasapalabra, y su despedida ha dejado una huella significativa en quienes la siguen.