La situación en Extremadura se complica con el avance del incendio de Jarilla, que ya ha arrasado más de 16 000 hectáreas en un radio de 160 kilómetros. La Confederación Hidrográfica del Tajo ha anunciado posibles restricciones a la navegación en el embalse de Gabriel y Galán para facilitar la labor de los 26 medios aéreos que combaten las llamas. Estos aviones anfibio están realizando sus cargas de agua en este embalse y en el de Jerte, lo que ha llevado a las autoridades a recomendar extremar las precauciones.
En la jornada de hoy, 500 efectivos participan en las tareas de extinción, incluyendo 24 unidades de bomberos forestales, 7 equipos de maquinaria pesada, y personal de la Unidad Militar de Emergencias (UME), así como de otras comunidades autónomas y bomberos de Eslovenia y Alemania. Las autoridades han cerrado algunas carreteras cercanas y han decidido prohibir el baño en las piscinas naturales de la zona, como las de Jerte y Tornavacas, para facilitar la recogida de agua por parte de los helicópteros.
Condiciones complicadas y evacuaciones
El consejero de Presidencia, Abel Bautista, ha descrito la noche anterior como «muy complicada», debido a que el viento ha intensificado la virulencia del fuego. Se han mantenido desalojadas 80 viviendas en la zona periurbana de Hervás y se han evacuado casas aisladas en Jerte, Navaconcejo, Tornavacas y Cabezuela del Valle, con la posibilidad de nuevas evacuaciones a medida que avanza el día.
Bautista expresó que «la noche ha sido de gravedad para determinados trabajos en algunos sectores», donde los profesionales han enfrentado grandes dificultades. Las condiciones meteorológicas, especialmente el viento, han complicado aún más la situación, haciendo que los trabajos de extinción sean desafiantes y que se mantenga un estado de alerta constante.
Enfoque en las líneas de defensa
Las labores de extinción se centran hoy en las líneas de defensa en las áreas de Hervás y Jerte, donde se teme que el fuego pueda saltar las barreras establecidas. Bautista destacó que «hoy no podemos hablar de optimismo, sino de confianza» en el trabajo de los equipos de emergencia. La situación sigue siendo crítica, y las autoridades piden a la población que se mantenga alejada de las zonas afectadas y que cumpla con las indicaciones de seguridad para evitar mayores riesgos.
El incendio de Jarilla se ha convertido en el mayor fuego registrado en la región, posiblemente en el último siglo, lo que subraya la magnitud de la emergencia y la necesidad de una respuesta coordinada y eficaz.