Philip Kerr, el aclamado autor escocés conocido por su célebre personaje, el detective Bernie Gunther, falleció el 15 de marzo de 2018 a los 62 años tras una lucha contra el cáncer. Su legado literario, que abarca una serie de novelas de intriga ambientadas en la Alemania nazi, ha dejado una huella indeleble en el género de la novela negra. Kerr, nacido en Edimburgo, destacó no solo por su habilidad narrativa, sino también por su aguda reflexión sobre la moralidad en tiempos oscuros.
La última vez que lo vi fue en un evento organizado por RBA en Barcelona, donde se premiaba la mejor novela negra. En un intercambio memorable, nos alejamos de los temas literarios y políticos para hablar de lo que realmente nos apasionaba: el fútbol. Kerr, ferviente seguidor del Chelsea, recordaba con pesar el penalti fallado por John Terry en la final de la Champions de 2008, que propició la victoria del Manchester United. Su amor por el club londinense inspiró varias de sus novelas, donde el ambiente del fútbol se entrelaza con la narrativa de suspense.
La carrera literaria de Kerr despegó a finales de los años 80, cuando decidió dejar atrás su trabajo en la agencia publicitaria Saatchi & Saatchi para dedicarse a la ficción. Su primera novela, ‘Violetas de marzo’, publicada en 1989, fue un éxito inmediato y marcó el comienzo de la trilogía ‘Berlin Noir’, centrada en las vivencias de Bernie Gunther. Esta obra, ambientada en 1936, se desarrolla en un contexto en el que los Juegos Olímpicos estaban a punto de comenzar, y Hitler buscaba mostrar la grandeza del régimen nacionalsocialista.
La trama sigue a Gunther, un expolicía contratado para investigar el asesinato de la hija y el yerno de un magnate del acero, lo que lo lleva a descubrir no solo la verdad detrás del crimen, sino también a enfrentarse a las luchas de poder dentro del régimen nazi. La Gestapo, liderada por figuras como Hermann Göring, cree erróneamente que el crimen está relacionado con el hampa, mientras que Gunther, con su aguda intuición, se da cuenta de que las muertes están ligadas a la política interna del Tercer Reich.
A lo largo de sus novelas, Kerr presenta un retrato complejo del detective Gunther, un hombre condecorado en la I Guerra Mundial, que se ve atrapado entre su deber y su repulsión hacia el régimen nazi. Su evolución a lo largo de la serie refleja no solo su lucha personal, sino también el conflicto moral que enfrentan muchos en tiempos de guerra. Gunther, a pesar de su desdén por los nazis, se ve obligado a integrarse en las SS, donde observa de primera mano los horrores del régimen.
El título ‘Violetas de marzo’ hace alusión a la terminología utilizada por los nazis para referirse a aquellos que se unieron al movimiento tras la llegada de Hitler al poder. La novela ofrece una incisiva descripción de un entorno donde la traición y la manipulación son moneda corriente y donde cada personaje juega su propia partida en un peligroso juego de supervivencia.
Philip Kerr era un autor prolífico, que escribía con fluidez y construía personajes memorables, todo mientras exploraba temas filosóficos y sociales. Su curiosidad intelectual se reflejaba en cada página, y su muerte truncó una carrera brillante que había unido a su familia y a su pasión por la literatura. A los lectores nos quedan sus novelas, que siguen siendo una lectura imprescindible, especialmente para aquellos que buscan sumergirse en una narrativa rica y compleja durante el verano.