Agentes de la Policía Nacional están investigando a un menor de 15 años y su madre tras la agresión a una mujer de 76 años en la plaza de la Solidaridad, ubicada en el barrio vallisoletano de La Victoria. La víctima, ante la violencia de los atacantes, se vio obligada a refugiarse en un bar cercano, donde recibió el apoyo de la propietaria y otros presentes, quienes también fueron amenazados durante el incidente.
Según fuentes policiales consultadas por Ical, la agresión ocurrió cuando el menor, que circulaba en patinete, se acercó a la mujer de manera violenta, golpeándola en la cabeza y causándole una herida sangrante en la zona cercana al oído. Los testigos del suceso relatan que el padre del menor tuvo que intervenir para separar a su hijo de la víctima, ya que este mostraba intención de continuar con la agresión.
El suceso tuvo lugar en un entorno que inicialmente parecía seguro, pero se convirtió rápidamente en un escenario de miedo y violencia. Tras recibir varias llamadas de alerta, tanto la Policía Local como la Nacional acudieron al lugar para atender la situación. Al llegar, los agentes confirmaron que la mujer había sufrido lesiones y decidieron trasladarla al Hospital Clínico Universitario de Valladolid para recibir atención médica inmediata.
Durante el altercado, los agresores, que pertenecen a la comunidad gitana, también amenazaron a la propietaria del bar y a todos los que se encontraban presentes, lo que incrementó la gravedad del suceso. Este tipo de incidentes no solo generan preocupación entre los ciudadanos, sino que también plantean serias cuestiones sobre la seguridad en espacios públicos.
Investigación en curso
Las autoridades han comenzado una investigación exhaustiva para esclarecer todos los detalles de lo ocurrido, incluyendo la motivación detrás de la agresión y la relación entre los agresores y la víctima. La Policía está recopilando testimonios de los presentes y revisando cualquier grabación de cámaras de seguridad en la zona que pueda aportar más información sobre el ataque.
Este caso ha suscitado un debate en la comunidad sobre la violencia en los espacios públicos y la necesidad de implementar medidas más efectivas para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables, como es el caso de las personas mayores.
La implicación de un menor en actos de violencia también plantea interrogantes sobre la educación y la supervisión parental, así como la responsabilidad de la sociedad en la formación de las nuevas generaciones. Las autoridades esperan que la investigación permita no solo esclarecer los hechos, sino también prevenir futuros incidentes de esta naturaleza.