La Plaza de Toros de Villena se convirtió en el epicentro de la emoción taurina al albergar la final del Circuito Valenciano de Novilladas, un evento que reunió a un público entusiasta en un ambiente festivo. Mario Vilau, el novillero barcelonés, se alzó como el gran triunfador de la jornada, dejando una huella imborrable en la memoria de todos los asistentes.
Una jornada intensa y emocionante
Los tres novilleros protagonistas, entre ellos Simón Andreu y Juan Alberto Torrijos, trenzaron el paseíllo desmonterados, evidenciando la importancia de la ocasión. La novillada, presentada por Daniel Ramos, cumplió con todas las expectativas, destacándose por su seriedad y cuajado comportamiento.
Andreu abrió la tarde con un chivano que atendió su llamada desde el inicio, logrando una conexión efectiva con el público a través de una faena que culminó con una estocada que le valió la primera oreja de la tarde. Su segundo novillo, aunque de menor fuerza, permitió a Andreu demostrar su virtuosismo, premiándose con una vuelta al ruedo para el astado.
Mario Vilau, el maestro de la tarde
Mario Vilau, fiel a su estilo, deslumbró a los presentes desde el inicio. Su actuación con el segundo novillo fue memorable, a pesar de sufrir una caída que lo dejó conmocionado. Sin embargo, se sobrepuso y, con la muleta, mostró su habilidad al torear con temple y gusto, destacando su mano izquierda. La faena culminó con dos orejas que reforzaron su estatus en el circuito.
Con el quinto novillo, Vilau no escatimó en esfuerzos, brindando su actuación a la secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar. La conexión con el público fue palpable, y su maestría se vio reflejada en una estocada magistral que le valió otras dos orejas, sumando un total de cuatro en la tarde.
Por su parte, Juan Alberto Torrijos también dejó una impronta significativa, logrando dos orejas con un novillo que presentó dificultades. Su dominio técnico y su capacidad para estructurar una faena sólida, a pesar de las adversidades, evidencian su potencial en el mundo del toreo.
La jornada culminó con un ambiente festivo y un público que salió con ganas de más, evidenciando el éxito del evento. Esta segunda edición del Circuito Valenciano de Novilladas ha elevado el nivel de los toreros y los novillos, gracias al trabajo conjunto de la Fundación Toro de Lidia y la Generalitat Valenciana.
Así, la Plaza de Toros de Villena se consolidó una vez más como un lugar emblemático para la tauromaquia, dejando a todos los presentes con un gran sabor de boca y la expectativa de futuras ediciones aún más emocionantes.
