El régimen de Nicolás Maduro ha intensificado la represión en Venezuela al condenar a 30 años de cárcel a la médico y opositora Marggie Orozco, de 65 años, por difundir un audio de Whatsapp en el que criticaba al chavismo. Esta condena, impuesta el pasado lunes, ha generado una ola de indignación entre los familiares y la comunidad opositora.
Orozco, oriunda del estado Táchira, fue sentenciada por un tribunal penal tras una denuncia presentada por una integrante de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Este organismo, utilizado por el chavismo para el control social y la distribución selectiva de alimentos, ha sido objeto de críticas por su implicación en la crisis humanitaria que vive el país.
Contexto de la condena
La detención de Marggie Orozco se produjo el 5 de agosto de 2024, después de que la médica emitiera cuestionamientos sobre la situación política de Venezuela. Orozco había invitado a su comunidad a participar en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que el opositor Edmundo González Urrutia resultó ganador, aunque el proceso electoral fue marcado por acusaciones de fraude por parte del régimen de Maduro.
Familiares de Orozco han manifestado su preocupación por su estado de salud, ya que la médica padece problemas cardíacos y depresión desde al menos 2013. Esta condena, que muchos consideran desproporcionada, es vista como un intento más del régimen de silenciar a la oposición y desincentivar cualquier crítica.
Reacciones internacionales
La condena a Marggie Orozco ha suscitado reacciones a nivel internacional, donde diversas organizaciones de derechos humanos han denunciado la falta de libertades en Venezuela. Activistas y líderes opositores han llamado a la comunidad internacional a no permanecer en silencio ante estos abusos y a exigir la liberación de Orozco y de todos los prisioneros políticos en el país.
La situación en Venezuela sigue siendo crítica, con un régimen que utiliza la represión como herramienta para mantener el control, mientras la población sufre las consecuencias de una profunda crisis económica y humanitaria. La condena a Orozco es solo un ejemplo de cómo el gobierno de Maduro está dispuesto a ir contra aquellos que se atreven a desafiar su autoridad.
