Con la llegada del verano, los desplazamientos por carretera aumentan significativamente. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), se prevén 100 millones de desplazamientos en las carreteras españolas durante julio y agosto. Este incremento en la actividad vehicular puede provocar averías, y uno de los problemas más comunes es el fallo del motor de arranque.
El motor de arranque es un componente esencial en los vehículos, ya que es el encargado de iniciar el funcionamiento del motor. Se requiere una gran cantidad de energía para activar este sistema, que mueve las piezas del motor que permanecen inactivas. Cuando el motor de arranque falla, el conductor puede notar que, al introducir la llave, el cuadro de instrumentos se enciende, pero el motor no arranca y se escucha un claqueteo. Este sonido proviene del bendix, que intenta engranar pero no cuenta con la fuerza necesaria.
Principales causas de los fallos en el motor de arranque
La mayoría de los problemas en el motor de arranque están relacionados con el desgaste de sus piezas móviles, como el bobinado, el eje y las escobillas, que tienden a desgastarse debido a la fricción. Además, es importante tener en cuenta que el funcionamiento del motor de arranque provoca un mayor esfuerzo en la batería, que debe acumular suficiente electricidad para poner en marcha el vehículo.
En este contexto, se ha implementado un sistema en muchos vehículos llamado Start-Stop, que busca reducir el consumo de combustible y las emisiones al apagar el motor cuando el vehículo está detenido. Sin embargo, este sistema puede ser contraproducente en situaciones de atascos, ya que puede provocar un desgaste excesivo del motor de arranque y de la batería. Por ello, se recomienda desactivar el sistema Start-Stop en esos momentos, lo que se puede hacer fácilmente mediante un botón ubicado cerca del volante.
Costos y mantenimiento del motor de arranque
Reparar o reemplazar un motor de arranque puede costar entre 300 y 600 euros, dependiendo de la ubicación e instalación de la pieza. Aunque el motor de arranque está fijado por dos o tres tornillos, en algunos vehículos su acceso puede ser complicado, lo que encarece aún más el servicio. Además, con la creciente electrificación de los coches, algunos modelos están comenzando a eliminar el motor de arranque, ya que el alternador puede asumir esta función, aprovechando la similitud en la construcción interna de ambos componentes.
Es fundamental para los conductores estar atentos a los síntomas de un fallo en el motor de arranque, especialmente durante los meses de verano, cuando los desplazamientos son más frecuentes. Mantener el vehículo en óptimas condiciones no solo evita gastos innecesarios, sino que también garantiza la seguridad en la carretera.
