La Real Fábrica de Tapices, ubicada en la calle Fuenterrabía número 2 de Madrid, es una joya artesanal que ha sobrevivido a lo largo de tres siglos, ofreciendo una experiencia única a quienes buscan un plan diferente y lleno de historia en la capital española. Fundada en 1721 por Felipe V, esta institución centenaria sigue activa, tejiendo tapices y alfombras a mano en los mismos telares que se utilizaban hace siglos, y ha logrado mantenerse como un referente en el arte textil.
Durante su máximo esplendor en el siglo XVIII, la fábrica se asoció con el famoso pintor Francisco de Goya, quien contribuyó con sus bocetos para la creación de tapices. Desde entonces, la Real Fábrica ha superado guerras, crisis y cambios dinásticos, manteniéndose en funcionamiento y ofreciendo servicios de restauración y creación de piezas textil para palacios, museos e instituciones públicas, así como para particulares de todo el mundo.
Tradición y restauración textil
La Real Fábrica de Tapices no solo se dedica a la fabricación de tapices y alfombras, sino que también es líder mundial en restauración textil, destacándose por su labor en la recuperación de piezas centenarias. En este sentido, la fábrica se ocupa de ‘resucitar’ tapices y alfombras que requieren atención, utilizando técnicas de orfebrería donde cada hilo roto, desgarro y color apagado recupera su esplendor original. El proceso de restauración se realiza con la premisa de que las reparaciones deben ser discernibles y reversibles, respetando las buenas prácticas en la preservación del patrimonio cultural.
Los visitantes pueden observar a los maestros tejedores, quienes, con una precisión milimétrica, recrean diseños clásicos y modernos en los telares. Un profesional tarda, en promedio, un año en tejer un metro cuadrado, lo que refleja la exclusividad y el valor del producto final. A través de esta experiencia, se puede apreciar la destreza manual y las técnicas que han permanecido intactas a lo largo de los años, como el nudo español o el nudo turco.
Un jardín lleno de historia
Uno de los secretos mejor guardados de la fábrica es su jardín interior de diseño hispanomusulmán, que alberga un muestrario natural de tintes. En este espacio se estudian las plantas que proporcionan la paleta de colores para los tapices, un conocimiento que remonta a épocas anteriores a la era química. Por ejemplo, el color carmesí se obtiene de un insecto, la cochinilla, cuyo valor en el siglo XVIII era comparable al del oro.
Las visitas guiadas, que tienen una duración de 45 minutos, permiten a los asistentes acceder a los obradores de tapiz y alfombra, descubriendo tanto los secretos de la fabricación como las curiosidades de las herramientas históricas que se utilizan en la actualidad. El horario de visitas es de lunes a viernes, con entradas a un precio de 6 € para la entrada general y 5 € para la reducida, además de ofrecer visitas gratuitas los lunes a las 10:00 h.
Las reservas se pueden realizar enviando un correo electrónico a [email protected], y el aforo está limitado a entre 5 y 15 personas, lo que garantiza una experiencia más personalizada y enriquecedora. La Real Fábrica de Tapices es, sin duda, un lugar que merece ser descubierto por aquellos que quieren adentrarse en la rica historia textil de España.
