El presidente de la Fundación CEDE y de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé, intervino durante la clausura del XXIV Congreso de Directivos CEDE en Zaragoza, donde reunió a más de 2.230 personas. En su discurso, Fainé subrayó que “el liderazgo no es una posición de dominio, sino una actitud de servicio”, haciendo hincapié en la necesidad de un enfoque colaborativo en el ámbito empresarial.
Bajo el lema “Europa: del diagnóstico a la acción”, esta edición del congreso se centró en los retos que enfrenta la Unión Europea y las reformas imprescindibles para mantener su liderazgo en los ámbitos económico, político y social. Fainé comenzó su intervención agradeciendo a todos los participantes y organizadores, resaltando el valor del conocimiento compartido y la importancia de un liderazgo efectivo en tiempos de cambio.
Desafíos contemporáneos del liderazgo
En su discurso, Fainé destacó que los directivos deben afrontar grandes desafíos, incluyendo la integración europea, las desigualdades sociales, la polarización política, los conflictos geopolíticos, el cambio climático y la transformación tecnológica. Según afirmó, “dirigir una empresa hoy exige estar dispuestos a moverse entre la incertidumbre y las oportunidades, saber anticiparse a los cambios del mercado y mantener siempre la confianza en nuestras propias capacidades”.
Los directivos, como agentes de cambio, tienen la responsabilidad de marcar la diferencia mediante un liderazgo consciente, comprometido y humano. Fainé enfatizó que este papel sigue siendo esencial, especialmente con el apoyo de políticas públicas adecuadas. “La calidad de una organización depende de la calidad de los vínculos humanos que en ella se dan”, subrayó, recordando que ni la mejor tecnología ni los presupuestos más generosos pueden compensar una gestión ineficiente del equipo.
La importancia del trabajo en equipo
Fainé también abordó la gestión de equipos, indicando que liderar implica inspirar, generar confianza y valorar a cada miembro del equipo. “La mejor manera de avanzar es a través del trabajo conjunto, aprendiendo de las experiencias de los demás y buscando siempre el progreso”, puntualizó. Su mensaje resuena con la necesidad de un cambio de paradigma en el liderazgo actual, donde el enfoque debe estar en las personas y en su desarrollo integral.
Así, el XXIV Congreso de Directivos CEDE no solo se convirtió en un espacio de reflexión sobre el futuro de Europa, sino también en una plataforma para fortalecer los lazos entre líderes empresariales que apuestan por un cambio positivo en sus organizaciones y en la sociedad.
