miércoles, octubre 29, 2025

Gatos y conductas destructivas: ¿cuándo preocuparse y cómo actuar?

El rascado inapropiado en gatos puede ser señal de problemas de salud.
por 14 agosto, 2025
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La convivencia con gatos puede presentar retos inesperados para sus tutores, ya que las conductas destructivas como el rascado de sofás o la rotura de objetos son comunes en muchos hogares. Sin embargo, estas acciones no siempre son simples travesuras y pueden ser indicativas de problemas de salud que requieren atención.

Comportamientos naturales y destructivos

Según Africa Emo, veterinaria especialista en comportamiento felino y fundadora de Etología Clínica Veterinaria, los gatos poseen un instinto natural que les lleva a rascar, trepar y jugar. «Cuando no tienen donde canalizar estas conductas, lo harán sobre lo que tengan a mano», explica. Este comportamiento es normal, pero puede volverse problemático si se manifiesta de forma excesiva o inadecuada.

Emo señala que el rascado inapropiado es la conducta más frecuente, afectando entre el 52% y el 84% de los gatos. Este tipo de rascado cumple funciones esenciales, como estirar la musculatura y marcar territorio mediante feromonas. Además, otros comportamientos destructivos incluyen mordeduras de cables y la destrucción de plantas, algunas de las cuales son tóxicas para los felinos.

Señales de alerta y recomendaciones

Es crucial prestar atención a los cambios de comportamiento en los gatos. Si estos se intensifican o aparecen de manera repentina, podrían ser señales de enfermedades gastrointestinales, neurológicas o incluso diabetes. Ante cualquier cambio, la primera recomendación es consultar al veterinario para descartar problemas de salud subyacentes.

La falta de oportunidades para expresar su comportamiento natural suele ser la causa de estas conductas destructivas. «Un gato sin acceso a rascadores o juguetes adecuados buscará alternativas en casa», advierte Emo. La frustración y el estrés también se pueden manifestar en forma de destrozos o maullidos insistentes, lo que indica que el gato intenta adaptarse a un entorno que no cubre sus necesidades.

Para abordar estos problemas, la prevención es clave. Proteger los cables, retirar plantas tóxicas y evitar dejar objetos peligrosos al alcance del gato son medidas efectivas para reducir riesgos. Los rascadores deben situarse en los lugares que el gato elija para rascar, y es recomendable proporcionar juguetes y estructuras donde pueda trepar. Las sesiones de juego interactivas, adecuadas a su edad y estado de salud, contribuyen a disminuir la frustración y el aburrimiento.

Es fundamental evitar el castigo, ya que «reñir al gato solo genera miedo o ansiedad y no resuelve la causa del comportamiento», aclara la experta. Si las conductas destructivas persisten a pesar de los cambios en el entorno, lo más recomendable es buscar la ayuda de un veterinario especialista en comportamiento felino o un etólogo clínico. Actuar a tiempo no solo protege el mobiliario, sino que también mejora el bienestar del gato y la convivencia en el hogar.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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