Fernando Barraza, candidato a concejal en La Matanza por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FITU), ha manifestado su firme compromiso con el acceso a la salud pública para las familias trabajadoras, en un contexto marcado por el deterioro de este servicio esencial. Residente de Trabajo Social en el Hospital Paroissien, uno de los más grandes de la provincia, Barraza ha sido testigo de los efectos de los ajustes implementados por los gobiernos locales y nacionales.
Nacido en Morón, y criado en un entorno familiar donde la precariedad era la norma, Fernando ha tenido que afrontar múltiples empleos desde joven para financiar sus estudios en la Universidad Nacional de La Matanza. Hijo de una costurera y un portero, su familia ha lidiado con la escasez económica, lo que ha moldeado su perspectiva sobre las injusticias laborales. Su madre, aunque jubilada, continúa trabajando debido a la insuficiencia de su pensión, mientras que su padre, con largas jornadas laborales, ve su salario insuficiente para cubrir las necesidades básicas.
Barraza ha estado involucrado en diversas luchas estudiantiles, destacando su participación en la recuperación del Centro de Estudiantes y la defensa de una universidad pública accesible para todos. Durante su trayectoria, se opuso al recorte presupuestario del macrismo, que propuso un presupuesto del 0% para las universidades, defendiendo así la educación como un derecho.
La precariedad laboral en el sector salud
Con su uniforme de residente, Fernando se desplaza diariamente desde el Hospital Paroissien hasta las concentraciones donde se exige el pase a planta de todos los trabajadores precarizados en el ámbito sanitario. Más de 20 000 trabajadores de la salud en la provincia de Buenos Aires enfrentan condiciones laborales cada vez más precarias, con salarios que en algunos casos no superan los 500 000 pesos mensuales.
La salud pública, uno de los sectores más atacados por el gobierno de Javier Milei, es objeto de constantes recortes. En la provincia, bajo la dirección de Axel Kicillof y su ministro de salud, Nicolás Kreplak, las condiciones para el personal de hospitales y centros de salud se han deteriorado significativamente. El futuro de la atención sanitaria para miles de familias y jubilados depende de la capacidad de respuesta del sistema público.
La situación es especialmente grave para los residentes en disciplinas no médicas, como psicología, trabajo social y farmacia, quienes son los peor remunerados y carecen de acceso a cargos de residencia. En este marco, los trabajadores estatales han visto cómo su salario ha perdido 28 puntos en los últimos cinco años, tras perder otros 30 durante el mandato de María Eugenia Vidal.
Un compromiso con la lucha
En La Matanza, Fernando Barraza ha acompañado la lucha de las trabajadoras municipales y enfermeras que, con salarios de entre 400 000 y 500 000 pesos, deben realizar pluriempleos para llegar a fin de mes. Critica la falta de acción de los sindicatos peronistas, que no han convocado un plan de lucha serio para combatir esta precarización.
Barraza también ha estado presente en las movilizaciones organizadas por los trabajadores de la empresa Secco y ha apoyado las protestas en el Hospital Garrahan y el Posadas, donde se demandan mejores condiciones laborales. «Con mis compañeros del FITU, queremos mantener y ganar más bancas como puestos de lucha, siempre al lado de los trabajadores y jubilados”, asegura.
De cara a las elecciones de 2025, el compromiso de Fernando Barraza con la salud pública y la defensa de los derechos laborales se presenta como un pilar fundamental en su campaña, buscando mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
