El incendio en Porto, ubicado en la provincia de Zamora, ha llevado a la evacuación de las localidades de Ribadelago Nuevo y Ribadelago Viejo, que albergan cerca de 100 personas. Esta decisión fue comunicada por la Junta de Castilla y León, que ha coordinado la reubicación de los evacuados hacia el centro de Transportes de Benavente debido a la intensa presencia de humo en la zona.
La situación se complica, ya que el incendio, que comenzó el 14 de agosto de 2025, sigue avanzando. El director técnico de extinción del Puesto de Mando Avanzado, Miguel García, destacó que la prioridad es proteger a las poblaciones cercanas. En este sentido, informó que la parte más activa del incendio se está desplazando hacia el este, amenazando las localidades de Murias y San Ciprián, donde ya hay equipos trabajando en la creación de líneas de defensa para evitar que el fuego alcance estas áreas.
García también hizo hincapié en la irregularidad del incendio, que se manifiesta en la aparición de múltiples lenguas de fuego, especialmente una que se dirige hacia el este. A pesar de ello, indicó que, de momento, no debería llegar a estas localidades. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica y la evacuación se mantiene como medida preventiva.
En cuanto al resto del perímetro, el técnico informó que su evolución es más favorable y que los esfuerzos se centran en proteger a las poblaciones del barranco de Forcadero. Según la información proporcionada por el medio Ical, García mencionó que es incierto cuándo podrán regresar los evacuados a sus hogares, ya que la situación sigue siendo volátil.
La llegada de más medios europeos para combatir los incendios en Castilla y León es un indicativo del alcance del problema. En particular, se han sumado dos helicópteros procedentes de Eslovaquia y República Checa al operativo de extinción. La Guardia Civil está colaborando en la logística de estos recursos en Burgos, garantizando el apoyo necesario para los equipos de bomberos.
García también apuntó que en la jornada reciente se realizaron trabajos de extinción en la zona sur del incendio, en el barranco del Tera, donde se había contenido el fuego, pero un cambio de viento provocó que este saltara las líneas de defensa establecidas. A pesar de los desafíos, los equipos están trabajando para contener el avance del fuego, que ha presentado comportamientos inusuales, complicando la intervención sin el apoyo de medios aéreos.
La visibilidad se ha visto afectada por la cantidad de humo, lo que ha obligado a retirar a los medios aéreos, garantizando así la seguridad de los operativos en tierra. García concluyó que esperan que las condiciones mejoren durante la noche, con una previsión de descenso de temperaturas, aumento de la humedad y una disminución de la velocidad del viento, lo que podría ofrecer una “ventana de oportunidad” para intensificar la lucha contra el incendio.
En resumen, el incendio de Porto sigue siendo una amenaza significativa para las localidades de Sanabria, que requieren de una atención urgente y coordinada para garantizar la seguridad de sus habitantes. Las autoridades continúan trabajando con todos los recursos disponibles para mitigar el impacto del fuego y proteger a la población.
