El Papa León XIV ha implementado una reforma en la legislación laboral del Vaticano con el objetivo de facilitar la contratación de trabajadores con discapacidad. Según ha informado la Santa Sede este sábado, esta medida busca aclarar que la condición de discapacidad no debe ser un obstáculo para la idoneidad laboral en las instituciones vaticanas.
El Pontífice ha delegado en su secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, la responsabilidad de introducir dos disposiciones en una ley que regula la contratación en el Vaticano y la Curia Romana desde el año 2011. La primera modificación establece que «la inserción laboral de personas con discapacidad debe ser promovida con espíritu de acogida y, cuando sea necesario, adoptando medidas oportunas y específicas». De este modo, se reafirma que «la condición de discapacidad no impide la idoneidad para trabajar» en las instituciones de la Santa Sede.
Mejoras en los requisitos de salud
Otro aspecto relevante de la reforma es el cambio en la terminología utilizada para referirse al «estado de buena salud». Este término se sustituye por el de «idoneidad psico-física» tanto para oficiales como para clérigos y laicos que laboran en la Curia. Esta modificación busca simplificar y actualizar los criterios de evaluación de la aptitud para el trabajo.
Los cambios entrarán en vigor de forma inmediata, reflejando la preocupación del Papa León XIV por el ámbito laboral. Desde su elección en mayo, el Pontífice ha mostrado una notable sensibilidad hacia estas cuestiones. Su nombre papal, en honor a León XIII, un líder que abordó por primera vez las problemáticas sociales en la encíclica Rerum Novarum de 1891, reitera su compromiso con la justicia social y la inclusión laboral.
Con esta reforma, el Vaticano se alinea con las tendencias contemporáneas que buscan fomentar la inclusión de personas con discapacidad en el mercado laboral, subrayando la importancia de un entorno de trabajo más diverso y accesible. La Santa Sede, a través de estas iniciativas, pretende no solo mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, sino también enriquecer el tejido social y laboral del Vaticano.