El incendio de Jarilla, que comenzó el pasado martes por la tarde, ha desatado una crisis en Extremadura, obligando a la evacuación de varias localidades y a la activación de medidas de confinamiento. Este fuego, que se encuentra “completamente desbocado”, ha llevado a las autoridades a tomar decisiones drásticas para proteger a los ciudadanos, como la evacuación de los vecinos de Rebollar la noche del sábado y de Gargantilla esta mañana.
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, informó sobre la situación crítica del flanco norte del incendio, lo que ha llevado a confinar también a las localidades de Hervás, Segura de Toro y Casas del Monte. La alcaldesa de Hervás, Gloria Vizcaíno, expresó su sorpresa ante la rápida evolución del siniestro: “Esta madrugada no pensábamos que el fuego fuese a evolucionar de manera tan negativa”.
Tranquilidad entre los vecinos
A pesar del alarmante panorama, Vizcaíno subrayó que el ambiente en Hervás es de tranquilidad, asegurando que “no hay preocupación por que puedan llegar las llamas”. La regidora reconoció el “trastorno” que esta situación provoca, pero destacó la disposición de la comunidad: “Hay que hacer todo lo posible. Primero, por nuestro propio bien. Segundo, para facilitar la labor de todos los efectivos que trabajan sobre el terreno”.
La solidaridad también se ha hecho evidente en esta crisis, ya que muchos vecinos han ofrecido su ayuda a las autoridades. “Mucha gente se ha dirigido a nosotros para comunicarnos que están dispuestos a ayudar en cuanto se los necesite”, concluyó la alcaldesa, agradeciendo la colaboración de la población.
Acciones en Segura de Toro
En Segura de Toro, la situación es similar. El alcalde, César Martín, indicó que hay brigadas de voluntarios realizando batidas para controlar la expansión del fuego y otros trabajando en la creación de cortafuegos. A pesar de la buena voluntad de los vecinos, Martín expresó su “impotencia” ante la falta de medios aéreos para combatir el incendio, y recordó que la noche anterior estuvieron a punto de evacuar debido a la cercanía de las llamas.
Mientras tanto, los vecinos de Rebollar han tenido que abandonar sus hogares. La alcaldesa de la localidad, Petra Díaz, relató que recibió la llamada de María Guardiola a las 21.00 horas, informándole de la necesidad de evacuar. “Nos dieron 45 minutos, pero lo hicimos en menos”, aseguró, destacando la buena organización y comunicación durante el proceso.
La mayoría de los 196 vecinos de Rebollar se han trasladado a casas de amigos o familiares, aunque un pequeño grupo se encuentra alojado en el pabellón La Bombonera de Plasencia. Por su parte, los habitantes de Gargantilla han sido evacuados recientemente a la Ciudad Deportiva de la ciudad cacereña, donde comienzan a acomodarse tras la noticia de su evacuación.
