El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha propuesto una reescritura del clásico literario Don Quijote de la Mancha desde perspectivas ecológicas y de género. Esta iniciativa se da en el marco de la exposición Aeolia, del artista Solimán López, donde se busca reinterpretar la obra de Cervantes a través de una inteligencia artificial entrenada con sus textos.
La propuesta del Instituto Cervantes no consiste en un simple ejercicio de adaptación, sino en una profunda reflexión sobre la autoría, la memoria colectiva y la sostenibilidad simbólica. Según García Montero, esta nueva versión del Quijote busca convertirse en un «Quijote 2.0 codificado en ADN sintético», mejorado por las aportaciones de pensadores contemporáneos. La obra original, lejos de ser revisada, sería reinterpretada como metáfora del pensamiento humano frente a la máquina.
Controversia en torno al lenguaje inclusivo
La propuesta ha suscitado un intenso debate. García Montero es conocido por su defensa del lenguaje inclusivo, una postura que ha manifestado en diversas ocasiones. Se ha mostrado incómodo con el plural masculino genérico y ha abogado por el uso de formas que incluyan a hombres y mujeres, como el uso de «ciudadanía». Esta postura ha sido recogida en el Anuario del Instituto Cervantes 2025, donde se afirma que la Constitución de 1978 nació «con un déficit democrático» por no utilizar un lenguaje inclusivo.
Sin embargo, la Real Academia Española ha rechazado estas afirmaciones en múltiples ocasiones. El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, durante la apertura del curso académico 2025-2026, dejó claro que «a nadie se le ha ocurrido fijar la gramática por decreto o someter el diccionario al capricho gubernamental». Este choque entre el Instituto Cervantes y la RAE pone de manifiesto las tensiones actuales en torno a la evolución del lenguaje y la literatura en España.
El impacto cultural de la reescritura
La iniciativa de reescribir el Quijote desde una perspectiva contemporánea plantea preguntas profundas sobre la naturaleza de la literatura y su adaptación a los nuevos tiempos. La obra de Cervantes, considerada un pilar de la literatura mundial, se ve así inmersa en un debate que trasciende el ámbito literario para abarcar cuestiones sociales, culturales y políticas.
García Montero, al situar al Instituto Cervantes en el centro de esta discusión, busca no solo revitalizar un clásico, sino también abrir un espacio para la reflexión sobre cómo las nuevas tecnologías pueden influir en la creación artística y literaria. La reescritura del Quijote podría ser un paso hacia un futuro donde la literatura se adapte y responda a las demandas de una sociedad en constante cambio.
En definitiva, la propuesta de García Montero y la exposición de Solimán López invitan a una reflexión necesaria sobre el papel de la literatura en la era contemporánea y su capacidad para adaptarse a las nuevas realidades sociales y culturales. La literatura, al igual que la vida, evoluciona, y este ejercicio de reescritura podría marcar un hito en la relación entre el pasado y el presente.
