Bibiana Aido, nueva directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, ha manifestado que el 40 % de las mujeres en el mundo ha experimentado algún tipo de violencia digital. En una reciente entrevista, Aido destacó que el 70 % de las víctimas de esta violencia también han enfrentado difamación, y que las niñas y adolescentes suelen ser acosadas en redes sociales entre los 14 y 16 años. Esta alarmante realidad ha llevado a ONU Mujeres a lanzar una campaña regional llamada ‘Ping’, destinada a generar conciencia sobre cómo las tecnologías cotidianas se convierten en herramientas de violencia.
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Aido subrayó que quienes comparten contenido íntimo sin consentimiento «participan de la violencia y amplían el daño». En su mensaje, instó a la ciudadanía a no compartir ni comentar este tipo de contenido, enfatizando que «Corta la cadena» es el lema de esta campaña. La exministra de Igualdad también calificó la violencia digital como una «violencia perversa», que abarca el ciberacoso y la extorsión sexual, y que tiene un impacto devastador en la salud y el bienestar emocional de las mujeres afectadas.
Impacto y falta de datos coherentes
Aido señaló la carencia de estadísticas coherentes y comparables entre los países de la región, lo que impide abordar el problema de manera efectiva. Sin embargo, algunos estudios indican la magnitud de esta violencia. Por ejemplo, un informe reciente en Colombia reveló que más del 80 % de las mujeres políticas reportaron haber sufrido violencia digital, y más del 40 % expresó que no volvería a participar en política debido a esta situación.
La directora de ONU Mujeres enfatizó que esta violencia no solo afecta a las mujeres que la reciben, sino que también desincentiva a otras a participar en espacios públicos. «Es una violencia disuasoria que dice: ‘Si participas, mira lo que puede pasarte'», advirtió Aido.
El papel de la inteligencia artificial y la legislación
Otro aspecto preocupante es el uso de inteligencia artificial para perpetrar agresiones contra las mujeres. Aido destacó que la mayoría de los ‘deepfakes’ con contenido sexual involucran a mujeres, lo que subraya la necesidad de que las plataformas digitales se comprometan a detectar y frenar este tipo de contenido dañino. «Deben dejar de ser el canal del problema para convertirse en parte activa de la solución», afirmó.
La tipificación de la violencia digital es otro tema crucial. Aido aboga por que esta forma de violencia de género sea reconocida en toda la región, aunque algunos países como México, Ecuador y Argentina ya han dado pasos en esta dirección. Además, destacó la necesidad de campañas de sensibilización y programas que permitan identificar y prevenir esta violencia, así como la importancia de financiar y aplicar las leyes existentes.
«Actualmente, apenas se invierte un 1 % de los presupuestos de los Estados en prevención de la violencia contra las mujeres», lamentó Aido, instando a los gobiernos a transformar la voluntad política en acciones concretas.
La problemática de la violencia de género es un continuum que se manifiesta en diversos espacios, desde la violencia física hasta la digital, pasando por el acoso en el transporte público y la violencia económica. Aido advirtió sobre el negacionismo que rodea esta realidad, afirmando que «once mujeres cada día son víctimas de feminicidio en la región» y que cerca de 840 millones de mujeres han experimentado violencia por parte de su pareja a lo largo de su vida.
A pesar de la dureza de estos datos, Aido concluyó que es fundamental visibilizar esta problemática, ya que «no se puede negar la evidencia» de una realidad que sigue impactando la vida de millones de mujeres en todo el mundo.
