Ecologistas Extremadura ha presentado un recurso contra el Decreto 79/2025, que aprueba el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de Monfragüe. La asociación considera que este nuevo plan, autorizado a mediados de septiembre, infringe la legislación vigente y pone en peligro la conservación de este valioso espacio natural.
El recurso argumenta que el PRUG permite prácticas cinegéticas y la suelta de perros de caza bajo el pretexto del control poblacional de ungulados, lo que convierte en norma lo que la ley establece como excepción. Este hecho ha suscitado una fuerte oposición entre los conservacionistas, quienes advierten que estas actividades pueden desplazar a especies protegidas, aumentando su riesgo de extinción.
Impacto en la fauna y la legislación vigente
Según Ecologistas Extremadura, la caza para el control de ungulados no ha demostrado ser efectiva en el pasado, perpetuando la presencia de especies como el gamo o el muflón. La Ley 30/2014 de Parques Nacionales prohíbe expresamente la caza deportiva en estos espacios, y existen alternativas más adecuadas para la gestión de poblaciones, como las actuaciones selectivas realizadas por personal especializado.
La organización también lamenta que el nuevo PRUG ignore la posibilidad de recuperar al lobo ibérico (Canis lupus signatus) como regulador natural de ungulados, una medida que podría contribuir a reducir la propagación de enfermedades como la tuberculosis en la fauna silvestre.
Solicitudes de modificación del PRUG
Pablo Ramos, coordinador de Ecologistas Extremadura, ha afirmado que «permitir la caza deportiva y la suelta de perros en un parque nacional no solo es ilegal, sino que supone un retroceso inaceptable en la protección de Monfragüe». En el recurso presentado ante la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, se solicita la modificación del PRUG para prohibir la participación de cazadores deportivos o comerciales y la suelta de perros en este espacio protegido.
La asociación hace un llamado a la Junta de Extremadura para que revise esta decisión y garantice que el Parque Nacional de Monfragüe siga siendo un espacio libre de caza deportiva, respetando así su función primordial: la conservación de la biodiversidad.