El BBVA cuenta con un plazo hasta finales de septiembre para presentar un recurso ante el Tribunal Supremo contra las exigencias impuestas por el Gobierno en relación a la opa sobre el Banco Sabadell. Esta situación se ha generado en el contexto de una posible batalla legal que ha ido tomando forma desde antes de que se autorizara la operación, la cual se encuentra condicionada a una serie de compromisos que el banco vasco está considerando antes de decidir su próximo paso.
La fecha clave se sitúa a finales de septiembre, momento en el que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) debe recibir el folleto informativo de la oferta para su posterior autorización. Esta autorización dará inicio al período de aceptación por parte de los accionistas del banco catalán. En este sentido, el presidente del BBVA, Carlos Torres, ha manifestado que la vía judicial se mantiene abierta si las condiciones impuestas se endurecen.
El Consejo de Ministros ha fijado una serie de requisitos más estrictos que los inicialmente sugeridos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), obligando al BBVA a mantener la independencia legal y operativa de ambas entidades durante un mínimo de tres años, lo que complica la creación de sinergias por valor de 850 millones de euros. Esta decisión fue comunicada el 24 de junio, y el plazo para recurrir se extendió hasta el 24 de agosto, aunque agosto es un mes inhábil para los tribunales, lo que retrasa el proceso hasta septiembre.
En caso de que el BBVA decida impugnar estas restricciones, se ha indicado que podría argumentar que el Gobierno solo tenía la potestad de suavizar las condiciones fijadas por la CNMC. Asimismo, el banco podría cuestionar el proceso utilizado por el Ministerio de Economía para valorar si la consulta pública realizada es conforme a la Ley de Defensa de la Competencia.
Fuentes jurídicas han subrayado que el BBVA podría respaldar su posición con el expediente abierto en julio por la Comisión Europea contra España, donde se analiza la legitimidad de los poderes otorgados al Ministerio de Economía para decidir sobre este tipo de operaciones. Además, la Audiencia Nacional está estudiando un recurso presentado por un despacho de abogados contra el proceso seguido para evaluar el impacto de la fusión en el interés general.
Una vez decidido continuar con la opa, el BBVA tenía previsto remitir su folleto definitivo a la CNMV en julio, pero la situación cambió. El Banco Sabadell aceleró la venta de su filial en el Reino Unido, el TSB, al Banco Santander por más de 3 000 millones de euros, lo que ha impactado negativamente en la valoración del banco catalán. Ante este nuevo escenario, el BBVA optó por retrasar su siguiente paso en la opa para evaluar todos los riesgos asociados.
El periodo de aceptación de la opa no dará comienzo hasta que la CNMV revise y autorice el folleto informativo que emita el BBVA, un proceso que puede tardar al menos tres semanas. Una vez que se obtenga la aprobación, el BBVA tendrá un plazo de cinco días hábiles para iniciar el periodo de aceptación, que se extenderá entre 30 y 70 días naturales.
