Decidir aumentar el sueldo en los últimos años laborales puede parecer una estrategia efectiva para mejorar la pensión de jubilación, pero no siempre es así. Según la Seguridad Social, algunos incrementos salariales pueden no influir en el monto final de la pensión, especialmente si estos se producen en los dos años previos a la jubilación. Esto se debe a la forma en que se calcula la base reguladora, que determina cuánto se cobrará al jubilarse.
La base reguladora se establece a partir de las cotizaciones de los últimos años, y si el aumento en el salario supera lo estipulado en el convenio del sector, ese incremento podría no computarse a menos que esté justificado por un ascenso o un complemento por antigüedad. De esta manera, cualquier trabajador que reciba un aumento significativo en este periodo puede verse afectado.
Riesgos de un aumento no justificado
Imagina que has estado trabajando a tiempo parcial o con contratos temporales, y ahora deseas compensar esos años con un salario más alto. Si ese aumento no está respaldado legalmente, podría no contar para tu pensión. La ley está diseñada para evitar abusos, pero también impone reglas que es fundamental conocer para no llevarse sorpresas desagradables cuando ya sea tarde.
Mejoras salariales que sí cuentan
No todos los aumentos salariales son desestimados. Se consideran válidos y, por lo tanto, cuentan para la pensión, aquellos que se enmarcan dentro de acuerdos colectivos y decisiones legales, y no de negociaciones personales. Antes de solicitar un aumento, es aconsejable plantearse algunas preguntas clave que pueden determinar si este afectará o no el cálculo final de la pensión.
Si la respuesta a si el aumento responde a una mejora en condiciones laborales es afirmativa, pero no a si está enmarcado dentro de un acuerdo colectivo, es muy probable que ese aumento quede excluido del cómputo final.
En caso de haber pactado ya una subida, no todo está perdido. Es recomendable actuar con rapidez y consultar con un asesor laboral o con la propia Seguridad Social. Un pequeño ajuste puede marcar la diferencia entre disfrutar de una pensión optimizada o enfrentar frustraciones durante la jubilación.
En resumen, solicitar un aumento salarial puede parecer un cierre ideal a una larga trayectoria profesional, pero es crucial asegurarse de que dicho aumento cumpla con los requisitos establecidos. Informarse y planificar adecuadamente son pasos esenciales para garantizar una jubilación tranquila y sin sorpresas.
