Ana Roca ha asumido recientemente la presidencia del sindicato Metges de Catalunya, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo en la historia de la organización, que data de hace 125 años. Su llegada coincide con un periodo de transformación en el sistema sanitario, que ha estado bajo el foco mediático a raíz del procés en Cataluña. Roca no ha dudado en señalar la falta de información y transparencia por parte de la Conselleria de Salud, exigiendo datos concretos y medidas efectivas para mejorar la situación del sector.
La pediatra del CAP Viladecans en Barcelona ha relevado en junio a Jordi Cruz y enfatiza la necesidad de más contrataciones y mejores condiciones laborales ante el creciente poder de la sanidad privada para atraer a los profesionales médicos. Como primer paso en su mandato, Roca ha anunciado la creación de un observatorio que vigilará las acciones del Govern en relación con la reforma de la atención primaria, que comenzó en julio de este año.
Desigualdad en la atención sanitaria
La situación actual de la profesión médica es alarmante, con listas de espera prolongadas que evidencian la falta de personal. Según Roca, el aumento de la población en Cataluña, que ha crecido en 500 000 personas, se ha visto acompañado de una disminución de 300 médicos de atención primaria en el Institut Català de la Salut (ICS). Muchos de los médicos en formación optan por no quedarse en el sistema público tras finalizar su especialidad, eligiendo en su lugar la sanidad privada, donde las condiciones laborales y salariales son más atractivas.
Roca ha señalado que esta fuga de médicos responde a diversos factores, siendo uno de ellos la retribución. Años atrás, la sanidad privada no era competitiva en cuanto a salario, pero actualmente ha cambiado esta situación. Además, la conciliación laboral es un aspecto clave para los jóvenes profesionales, quienes buscan empleadores que ofrezcan un equilibrio entre vida laboral y personal.
Un observatorio para el seguimiento de la reforma
Roca ha manifestado la intención de lanzar un observatorio la próxima semana que monitorice los cambios en la atención sanitaria, con el objetivo de evaluar el impacto que estas reformas tendrán en la atención al ciudadano y la carga de trabajo de los profesionales. “No queremos esperar un año. Si hay una medida que funciona, lo diremos, y si hay un problema, también”, ha afirmado, resaltando la necesidad de una respuesta ágil a las deficiencias del sistema.
La presidenta de Metges de Catalunya critica las medidas burocráticas y el uso de inteligencia artificial como sustitutos de la labor médica. También ha expresado su preocupación por los incentivos que presionan a los médicos a no derivar pacientes, lo que podría poner en riesgo la calidad de la atención. “Estamos en contra de eso, es una aberración”, ha subrayado.
En cuanto a la situación de la enfermería, Roca ha alertado sobre el riesgo de prescripciones inadecuadas si se permite que este grupo profesional asuma funciones que requieren un diagnóstico médico. La administración, según ella, busca reducir costes a expensas de la calidad de la atención, lo cual es inaceptable.
Finalmente, Roca ha planteado la necesidad de negociar un nuevo estatuto médico que reconozca las particularidades de la profesión y defienda sus derechos. La falta de atención a estas demandas ha llevado a la creación de una iniciativa legislativa popular en Vigo, con el objetivo de recoger 500 000 firmas para que se discuta en el Congreso de los Diputados. “La situación es insostenible y exige una respuesta clara y efectiva por parte de los políticos”, ha concluido.
