La periodista de AM 530, Felicitas Bonavitta, ha recibido amenazas de muerte a través de redes sociales, lo que ha generado un amplio repudio en el ámbito político y mediático. Un hombre identificado como Gonzalo Zalazar envió mensajes privados a Bonavitta, donde le decía que merecía “ser descuartizada” tras la publicación de un informe sobre el prontuario narco de la diputada de La Libertad Avanza, Lorena Villaverde.
La situación se desató cuando Bonavitta publicó en su cuenta de Twitter: “Recibo insultos a menudo. Pero jamás me amenazaron con ser descuartizada por hablar de política. Les invito a denunciar esta cuenta de Instagram y haré lo mismo en la justicia. Se llama Gonzalo Zalazar y se molestó con el informe sobre la diputada Villaverde.” Su mensaje fue acompañado por una ola de solidaridad de sus colegas y organizaciones de prensa que condenan la violencia de género y el acoso hacia las mujeres en el ámbito periodístico.
Reacciones de apoyo y condena
La dirección de la radio AM 530 emitió un comunicado donde expresó “el más enérgico repudio y nuestro incondicional respaldo y solidaridad con la compañera”. La amenaza ha sido interpretada como un reflejo del clima de violencia que enfrentan las mujeres periodistas en Argentina, especialmente en un contexto donde la retórica política se ha vuelto más agresiva. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha sido criticada por su papel en este ambiente hostil hacia la prensa y el feminismo.
La diputada Villaverde, mencionada en el informe, ha estado en el centro de la controversia, ya que es pareja de Claudio “Lechuga” Ciccarelli, vinculado al narcotráfico y cuya extradición a Estados Unidos está en proceso. Villaverde también tiene antecedentes de detenciones por narcotráfico, lo que añade complejidad a la situación.
Un llamado a la acción
La comunidad periodística ha respondido con un fuerte mensaje de apoyo hacia Bonavitta. Organizaciones como SiPreBA, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires, han denunciado la escalada de amenazas y la normalización de la violencia en el discurso político. “Basta de ataques a la prensa y del hostigamiento a las colegas”, señala un tuit de La Izquierda Diario, que también se solidariza con Bonavitta en este difícil momento.
“Toda mi solidaridad con Felicitas. Están envalentonados. Basta.” – Myriam Bregman
La amenaza a Bonavitta es un recordatorio de los riesgos que enfrentan los periodistas, especialmente las mujeres, al ejercer su labor informativa. La violencia de género y el acoso en las redes sociales son problemas crecientes que requieren atención urgente tanto del gobierno como de la sociedad civil. La situación de Felicitas Bonavitta resalta la necesidad de un compromiso colectivo para proteger la libertad de prensa y la integridad de quienes se dedican a informar.