La cantante Aitana ha hecho historia en su primera actuación en un estadio, celebrada en el Estadio Olímpico Lluís Companys de Barcelona el pasado 19 de julio de 2025, donde congregó a más de 50.000 personas. Con su gira titulada Metamorfosis, la artista catalana confirmó su estatus como una de las figuras más queridas del pop nacional, dejando atrás las dudas sobre su capacidad para llenar grandes recintos.
El inicio de esta nueva etapa no pudo ser más especial, ya que Aitana volvió a su ciudad natal para ofrecer un espectáculo que combinó música, emoción y un despliegue visual impresionante. En un ambiente electrizante, sus seguidores demostraron que la confianza en su ídolo nunca flaqueó, mostrando un fervor que llenó el recinto de energía.
Un espectáculo lleno de glamour y evolución
El show fue una celebración de su trayectoria, marcada por tres looks diseñados por Alba Melendo, cada uno representando una fase distinta de su carrera musical. El primer vestuario, un vestido blanco de encaje con detalles de pedrería y transparencias, simbolizaba su etapa más soñadora. Este diseño, con un cuello alto victoriano y una falda vaporosa, fue complementado con botas de vinilo que añadieron un toque moderno y futurista.
En el segundo acto, Aitana mostró su lado más audaz con un mini vestido negro que evocaba la estética de los años 2000. Este estilismo, que incluía medias de rejilla y botas de vinilo, reflejó su evolución hacia una artista que se siente empoderada y segura en el escenario. El look subrayaba su capacidad para fusionar el glamour con la sensualidad, creando un impacto visual potente.
Un cierre espectacular y un mensaje claro
El tercer y último look fue un vestido mini azul eléctrico de encaje, diseñado por Adidas, que combinaba elementos deportivos con una sensualidad provocadora. Este atuendo, que dejaba entrever la ropa interior negra, cerró la noche con un mensaje contundente: Aitana está lista para competir con las más grandes del panorama musical internacional.
El despliegue escénico y la estética cuidadosamente orquestada demostraron que esta Metamorfosis no es solo un concepto, sino una realidad palpable. Con su actuación en Barcelona, Aitana no solo ha marcado un hito en su carrera, sino que ha dejado claro que su presencia en el pop español es innegable. El siguiente desafío será conquistar a Madrid, donde ya tiene programadas dos fechas que prometen ser igual de memorables.
La emoción que Aitana generó en su primer estadio sugiere que su ascenso en la industria musical no ha hecho más que comenzar y que su talento es un fenómeno que podría resonar a nivel europeo y mundial en los próximos años.
