Roberto Sánchez, conocido artísticamente como Sandro, emergió desde las calles de Valentín Alsina para convertirse en un referente indiscutido del rock argentino, dejando una huella imborrable en la música de habla hispana. Su carrera, que abarcó desde baladas románticas hasta rock enérgico, ha marcado la historia de la música en Latinoamérica.
Su tema «Tengo», lanzado en 1968, fue reversionado por la banda Divididos en el disco «Tributo a Sandro» y se posicionó como el número 15 entre los 100 mejores temas del rock argentino, según la cadena MTV y la revista Rolling Stone. Esta canción fue clave en la transición de Sandro hacia ritmos latinos, lo que lo catapultó a la fama como actor en 16 películas durante la década de los setenta.
Un legado musical extraordinario
A lo largo de su carrera, Sandro publicó 52 álbumes y vendió entre 8 y 22 millones de copias, según diversas fuentes. Entre sus grandes éxitos se encuentran «Dame fuego», «Rosa, Rosa», «Quiero llenarme de ti», y «Penumbras». Su canción «Rosa, Rosa», dedicada a una trabajadora del hogar, vendió casi 2 millones de discos. Además, fue el primer artista latino en actuar en el Madison Square Garden y recibió el Grammy Latino a la Trayectoria en 2005.
Nacido el 19 de agosto de 1945 y fallecido el 4 de enero de 2010, Sandro creció en un conventillo en la calle Tuyutí, cerca del Riachuelo, donde vivió su infancia rodeado de música y cultura popular. A pesar de las dificultades, recordaba con cariño su vida de barrio y las vivencias compartidas con amigos en la vereda y el bar del barrio.
Inicios en la música y el apodo «Gitano»
Desde muy joven, Sandro mostró un gran interés por la música, comenzando su carrera a los 12 años en el salón «La Polonesa» con una parodia de Elvis Presley. Su primer éxito como solista llegó a los 15 años en Villa Jardín, donde se presentó por primera vez como Sandro. Su abuelo paterno, de ascendencia húngara, le dio el sobrenombre de «Gitano», ya que su familia pertenecía a la comunidad Rom.
En 1963, formó la banda «Sandro y Los de Fuego», que se destacó por su carisma y originalidad, logrando un lugar en la escena del rock nacional. Con su grupo, Sandro comenzó a hacer versiones en español de clásicos del rock anglosajón, lo que contribuyó a cimentar su carrera. Su primer tema grabado fue «Hay mucha agitación», una versión de Jerry Lee Lewis.
La banda ganó popularidad en televisión, debutando en «Aquí la Juventud» y luego en el programa «Sábados Circulares». Sandro fue también uno de los fundadores del mítico bar «La Cueva», un lugar emblemático para los músicos y artistas de la época, donde se gestó gran parte del movimiento del rock argentino.
El amor por el rock se reflejaba en sus actuaciones, donde siempre intentaba conectarse con su público. «Lo que sí sé es que cuando ya le costaba mucho cantar, siempre trataba, como sea, de hacer un rock and roll», afirmaba su biógrafo Mariano del Mazo. Sandro mismo decía: «El rock me salvó», reconociendo su influencia en su vida y carrera.
Cada 19 de agosto, sus seguidores se reunían para celebrar su cumpleaños, y Sandro solía salir a saludarles, convirtiendo el barrio en un verdadero epicentro de admiración y cariño. Su legado continúa vivo en la memoria colectiva de Argentina y en la historia de la música en español.

 
            
 
             
                             
                             
                             
                             
                             
                             
                             
                             
                             
                             
         
             
                             
                             
                             
                             
                             
                             
                             
                             
                             
                             
                    