La situación de los profesores de conservatorios en Canarias ha alcanzado un punto crítico, ya que numerosos docentes han denunciado un veto que les impide regresar a sus puestos de trabajo. Según la funcionaria de carrera del Cuerpo de Música y Artes Escénicas, Irene Domingo, esta decisión de la Consejería de Educación está afectando gravemente su bienestar emocional y profesional.
Un grupo de más de veinte profesionales de la enseñanza musical en las islas ha expresado su descontento por la falta de convocatorias y la falta de transparencia en las comisiones de servicio. Estas comisiones son fundamentales para que los docentes puedan ocupar las vacantes existentes en los conservatorios y, sin ellas, se ven obligados a opositar fuera de las islas. La realidad es que Canarias no ha convocado procesos selectivos para conservatorios en más de 35 años, una situación que no se da en ninguna otra comunidad autónoma.
“Lo que hace la Consejería con esta decisión es destrozarnos la vida”, lamenta Domingo. Muchos docentes, desde catedráticos hasta profesores de especialidades como saxofón, violín, piano y composición, han optado por buscar oportunidades en otras comunidades. Sin embargo, al obtener una plaza, se encuentran con que la administración les niega el derecho a regresar a su tierra.
La ley establece una vía de movilidad entre comunidades autónomas para los funcionarios de carrera, pero esta exclusión afecta particularmente a los profesores de conservatorios. “La pregunta que nos hacemos es por qué están totalmente excluidos de la movilidad nacional”, señala David Muñoz, un profesor con plaza en Castilla y León.
Los docentes también critican que, a pesar de la existencia de vacantes, la Consejería mantiene un acuerdo no oficial con los interinos que impide movimientos. “El 100% de las renovaciones y de las nuevas solicitudes han sido rechazadas”, resume Domingo. Esta situación ha dejado a muchos en un “limbo jurídico”, sin listados claros ni explicaciones sobre las decisiones.
El caso de Alexandra Cárdenas, profesora de lenguaje musical con plaza en Andalucía, es emblemático. Este curso trabajó en el Conservatorio Profesional de Música de Las Palmas gracias a una comisión por cuidar de su hijo y de su madre, pero la negativa a renovar su situación la obliga a regresar a la Península. “Nos avisan de forma indirecta, sin listados ni resoluciones, y en tres semanas tenemos que cambiar toda la vida”, comenta.
La falta de comunicación y transparencia ha llevado a muchas profesoras a solicitar reducciones de jornada o excedencias, lo que representa un retroceso en la conciliación familiar. La última adjudicación para el curso 2025/26 ha sido igualmente decepcionante, con solo dos comisiones aceptadas en especialidades que no cuentan con lista de interinos, mientras que el resto de vacantes se cubren con personal temporal.
Los docentes sospechan de un “pacto tácito” que perjudica a los interinos, incumpliendo normativas autonómicas y el Estatuto Básico del Empleado Público. Ante esta situación, el colectivo ha decidido exigir que se convoquen comisiones de servicio anuales, que se renueven automáticamente y que se publiquen todas las plazas orgánicas para el concurso de traslados.
Si sus demandas no son atendidas, no descartan acudir al Tribunal Superior de Justicia de Canarias y al Diputado del Común para buscar justicia. “La música es universal, pero nuestros puestos parecen tener frontera: la que levanta la Consejería”, concluye Domingo. La lucha por un sistema educativo más justo y transparente continúa en las islas.
