La Villa Vieja de Algeciras, un lugar repleto de historia, ofrece un recorrido fascinante a través de su botánica, donde los vestigios de la presencia británica se hacen evidentes. En este contexto, continuamos nuestro paseo por el parque de Las Acacias guiados por el biólogo algecireño Pablo Pichaco, quien nos ilumina sobre las especies arbóreas que han formado parte de la identidad del lugar.
Dos especies de araucarías nos acompañan en este recorrido. Estas majestuosas estructuras han sido, sin que muchos lo supieran, parte del paisaje cotidiano de los algecireños, marcando el skyline de las antiguas villas inglesas. Desde la colonia de San Miguel hasta la estación de ferrocarril, los árboles de araucaria han delineado el espacio, incluso en la playa de El Rinconcillo, donde uno de los ejemplares más conocidos pertenecía al antiguo Hotel Bahía.
La introducción de la araucaria en Europa fue un verdadero «tour de force» entre botánicos de diversas nacionalidades. El español Francisco Dendariarena la descubrió en 1780 en su búsqueda de madera para la flota naval de Carlos III en Chile, aunque su propagación fue inicialmente complicada. Por otro lado, el famoso explorador James Cook y su botánico Joseph Banks jugaron un papel crucial en su introducción formal en Europa a finales del siglo XVIII.
Especies emblemáticas del parque
Durante nuestro paseo, nos encontramos con dos especies de araucaria: la Araucaria heterophylla y la Araucaria bidwillii. Estas especies, originarias de regiones australianas, contrastan con la flora local, brindando un toque exótico a la costa de Andalucía. Un ejemplar en el Jardín Botánico Histórico de la Concepción en Málaga se alza como el árbol más alto de la provincia, alcanzando los 45 metros, recordando a los grandes dinosaurios que una vez habitaron la Tierra.
La siguiente parada en nuestro recorrido son las jacarandas, árboles que florecen en primavera con sus llamativas flores moradas. Estas plantas, que adornan tanto el parque de Las Acacias como la Avenida del Capitán Ontañón, evocan el aroma de la primavera austral y se han vuelto un símbolo de la ciudad. Muy cerca se encuentra un banabá de Filipinas, conocido como flor de la reina, que ha sido inmortalizado en numerosas fotografías de comuniones.
El simbólico roble y su historia
Uno de los árboles más simbólicos del parque es el roble, primo de las encinas y alcornoques. Este árbol, considerado mágico en la cultura anglosajona, es un símbolo de fortaleza y sabiduría. Aunque en Andalucía no se encuentran bosques de robles, Algeciras alberga uno de los ejemplares más antiguos de la región, plantado en el jardín original por Guillermo Smith para sus hijos.
Los robles del parque guardan un trasfondo esotérico, relacionado con la masonería, un aspecto que podría vincularse a los diseños de los jardines ingleses. Aunque no hay documentación que confirme la práctica de la masonería por parte de la familia Smith, existen indicios de que pudieron haber tenido conexión con ella. La influencia cultural británica en el diseño de estos jardines se hace evidente en la disposición de los árboles y la planificación del espacio.
En resumen, el paseo por Las Acacias no solo es un recorrido botánico, sino también un viaje a través de la historia de Algeciras, donde cada árbol y planta cuenta una parte de su rica narrativa. Desde las araucarias que marcan el horizonte hasta los robles que resisten el paso del tiempo, la vegetación de este parque es un recordatorio tangible de las influencias culturales que han modelado esta ciudad en el sur de España.
