Osasuna ha logrado avanzar a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey tras imponerse al CD Ebro en un encuentro marcado por la locura y la intensidad. El resultado final fue de 3-5, pero el desarrollo del partido fue mucho más caótico, con un total de siete goles en el segundo tiempo.
Desde el inicio, el equipo dirigido por Lisci enfrentó serias dificultades para demostrar su superioridad frente a un rival de la Segunda Federación. A pesar de ser el claro favorito, Osasuna no logró controlar el encuentro y se vio obligado a sudar hasta el último minuto para evitar un desastre.
Un segundo tiempo frenético
El partido se tornó frenético en la segunda mitad, donde el marcador reflejó un inesperado 2-2 en el minuto 80. Esto evidenció las debilidades defensivas del conjunto rojillo, que a lo largo del encuentro cometió errores que costaron goles y pusieron en jaque su clasificación.
Los goles de Raúl García, quien anotó dos veces, y la aparición de Víctor Muñoz, que selló el partido con un tanto en el tiempo de descuento, fueron fundamentales para la victoria. A pesar de la derrota, el Ebro mostró un gran espíritu de lucha, logrando marcar tres goles que mantuvieron la tensión hasta el final.
Lisci optó por una alineación mixta, combinando jugadores de la primera plantilla con algunos del filial. La decisión resultó clave para enfrentar las dificultades, aunque algunos jugadores, como Sheraldo Becker, tuvieron un rendimiento discreto en su primer partido como titular.
Detalles del encuentro
Los goles del encuentro fueron anotados por Soeiro en el minuto 45, seguido de Raúl García en el 49 y 78, Marc Prat en el 80, Moi Gómez en el 84, Becker en el 88, y finalmente, Charlez y Víctor Muñoz sellaron el marcador en el 92 y 97, respectivamente.
El árbitro del encuentro, Miguel Sesma, mostró tarjetas amarillas a Iván Pérez y Espi del Ebro, así como a Moi Gómez de Osasuna. Este partido, correspondiente a la segunda ronda de la Copa del Rey, se disputó en el Ibercaja Estadio de Zaragoza ante 3 488 espectadores, quienes vivieron un espectáculo lleno de emociones.
A pesar de la alegría por la clasificación, las dudas sobre la solidez defensiva de Osasuna persisten, y el equipo deberá trabajar intensamente para mejorar de cara a los próximos desafíos en la competición.
