Los cólicos del lactante son una preocupación habitual entre los padres, especialmente para aquellos que se enfrentan a la crianza por primera vez. La Dra. Rosa Merlos, pediatra y responsable de la consulta de lactancia de Vithas Valencia 9 de Octubre, señala que muchos bebés que lloran incesantemente tras cada toma lo hacen a causa de estos episodios, que no representan una patología grave.
Los cólicos se caracterizan por llantos excesivos e inconsolables en bebés sanos, comenzando generalmente a las pocas semanas de vida y mejorando hacia los 3-4 meses. Se definen por un llanto que dura más de 3 horas al día, más de 3 días a la semana y durante al menos 3 semanas. Este llanto tiende a ocurrir al final del día.
Características y diagnóstico de los cólicos
Durante las crisis, los bebés adoptan una postura característica: encogen las piernas hacia el abdomen, aprietan los puños y arquean la espalda, mientras presentan distensión abdominal por gases. A pesar del malestar, es fundamental que el bebé esté sano, comiendo adecuadamente y ganando peso.
La Dra. Merlos enfatiza la importancia de consultar a un pediatra para confirmar el diagnóstico de cólicos y descartar otras causas de llanto. Es crucial acudir de forma urgente si el bebé presenta fiebre (más de 38 °C en menores de 3 meses), rechazo total de alimento, vómitos persistentes, heces con sangre o somnolencia excesiva.
Factores que influyen en los cólicos
Los cólicos no tienen una única causa, sino que son el resultado de una combinación de factores como la inmadurez del sistema digestivo y alteraciones en la flora intestinal. Aunque algunos alimentos pueden considerarse flatulentos, no hay evidencia que demuestre que la alimentación de la madre durante la lactancia influya en la aparición de gases en el bebé.
En cuanto a la alimentación, los bebés alimentados con biberón suelen presentar cólicos con mayor frecuencia que aquellos alimentados al pecho. Esto se debe a diferencias en la técnica de alimentación y a la digestibilidad de la leche de fórmula, que es más compleja que la leche materna.
Para aliviar los cólicos, la Dra. Merlos recomienda mantener la calma, ya que el nerviosismo de los padres puede agravar la situación. Consejos prácticos incluyen dar masajes suaves en la barriga del bebé en sentido horario y crear un ambiente tranquilo con luz tenue y ruido blanco.
Los suplementos de probióticos pueden ayudar a algunos niños, aunque no hay suficiente evidencia científica que respalde su eficacia. Para aquellos que no optan por la lactancia materna, existen fórmulas especiales que pueden mejorar los cólicos, basadas en hidrolizados parciales de proteínas y con bajo contenido de lactosa.
Es importante introducir la alimentación complementaria de manera gradual, observando las reacciones del bebé a los nuevos alimentos para identificar posibles intolerancias o alergias. En caso de molestias digestivas persistentes, se debe consultar con el pediatra.
