La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, ha solicitado este miércoles la instalación de una comisaría de policía dentro del museo tras el espectacular robo de joyas ocurrido el pasado domingo. Esta petición se produce más de 72 horas después del atraco y coincide con la reapertura del museo, que es el más visitado del mundo.
Durante su comparecencia ante la comisión de asuntos culturales del Senado, Des Cars expresó su preocupación por la seguridad del emblemático museo, evidenciada por la facilidad con la que cuatro ladrones se apoderaron de ocho joyas de la época de Napoleón y de los reyes y emperadores franceses del siglo XIX. «Quiero pedir al Ministerio del Interior que examine la viabilidad de la instalación de una comisaría», declaró.
Una gestión criticada por la seguridad
La presidenta del Louvre, quien asumió el cargo en 2021, admitió que han fracasado en sus esfuerzos por garantizar la seguridad del museo. Reconoció el estado preocupante de las instalaciones de seguridad y la falta de cámaras de videovigilancia, especialmente en el exterior del edificio. «Hay un punto débil en el Louvre: es su vigilancia exterior», afirmó, lo que permitió a los ladrones utilizar una camioneta con una escalera eléctrica para acceder a la primera planta del museo, donde se encuentra la galería de Apolo.
El robo ha suscitado un intenso debate en Francia sobre la seguridad en el Louvre, especialmente después de que se filtrara un informe del Tribunal de Cuentas que criticaba la gestión de la seguridad del museo. En este documento se denunciaba un retraso «persistente» y «considerable» en la instalación de cámaras de videovigilancia, que actualmente solo están presentes en las salas de exposiciones temporales y en menor medida en otras áreas del museo, situado en un antiguo palacio real en el corazón de París.
Dimisión rechazada y consecuencias legales
La situación ha llevado a la especulación sobre la posible dimisión de Des Cars, quien, tras el atraco, se encuentra en una posición delicada. Ante las demandas de que dimita o sea destituida, la presidenta anunció que había presentado su dimisión a la ministra de Cultura, Rachida Dati, quien la rechazó. La Fiscalía de París ha estimado que el valor de los objetos robados asciende a 88 millones de euros, convirtiendo este incidente en el mayor robo de los últimos 15 años en una institución cultural de la capital francesa.
La comunidad cultural y la opinión pública siguen atentos a las decisiones que se tomen en el Louvre para garantizar la seguridad de sus valiosas colecciones y restaurar la confianza en la gestión del museo.