El Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHUP) se prepara para optimizar su servicio de Microbiología con el traslado a las nuevas instalaciones del Novo Montecelo. Según Patricia Álvarez, la nueva responsable del servicio, este cambio permitirá reducir significativamente los tiempos de respuesta en las pruebas microbiológicas, mejorando así la atención al paciente.
Avances en la tecnología y la atención al paciente
La evolución constante de la microbiología es clave para ofrecer un mejor servicio. Con la incorporación de nuevas tecnologías y soluciones digitales, incluyendo la inteligencia artificial, se prevé desarrollar modelos predictivos de enfermedad. Esto significa que los datos históricos y actuales se integrarán con información de otros servicios, facilitando un enfoque más global en el tratamiento de los pacientes.
Álvarez destaca que el nuevo hospital permitirá implementar un modelo de automatización que ya ha demostrado su eficacia en áreas como la hematología y la serología. Esta automatización en bacteriología promete reducir los tiempos de respuesta en un mínimo de 24 horas, identificando microorganismos en apenas una o dos horas mediante técnicas avanzadas de biología molecular.
Objetivos claros y desafíos futuros
Además de mejorar la eficiencia, la nueva unidad de Microbiología tiene como objetivo fortalecer la figura del microbiólogo clínico dentro de equipos multidisciplinares. Esto facilitará el salto del laboratorio a la práctica clínica, permitiendo a los profesionales dedicar más tiempo a la atención directa de los pacientes.
La ampliación de la cartera de servicios también es una prioridad, adaptándose a los nuevos patógenos emergentes que puedan surgir. En este sentido, Álvarez menciona la importancia de colaborar con redes a nivel gallego, nacional e internacional para el estudio de microorganismos, un área que ha visto comprometida su capacidad investigadora debido a la carga asistencial actual.
Por otro lado, el aumento de pruebas microbiológicas plantea la pregunta sobre la evolución de los microorganismos. Según Álvarez, la adaptación rápida de estos organismos a su entorno hace que sean un reto constante. Por ejemplo, mientras que algunos patógenos son inherentemente peligrosos, otros, como la Escherichia coli, pueden volverse problemáticos bajo ciertas circunstancias.
Un aspecto que preocupa a los expertos es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que se transmite a través de garrapatas y que se ha vuelto relevante debido a cambios en el clima. La detección de anticuerpos en caballos en el sur de Galicia indica que el virus está presente en la región, lo que demanda una preparación adecuada para posibles emergencias.
La atención de la población hacia estos patógenos emergentes es fundamental, y la responsable del servicio recalca la importancia de seguir las recomendaciones de salud, especialmente al estar en áreas donde hay garrapatas. La prevención y la información son las claves para mitigar riesgos, y el CHUP se posiciona para ofrecer respuestas eficaces a las inquietudes de los ciudadanos.
En resumen, el nuevo servicio de Microbiología del CHUP en el Novo Montecelo no solo aspira a mejorar la atención al paciente, sino también a adaptarse a los desafíos que presenta un entorno sanitario en constante cambio.
