El 20 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Filosofía, una iniciativa promovida por la UNESCO desde 2005 para fomentar la reflexión sobre los retos actuales que enfrenta la humanidad. Este día es un recordatorio de la importancia de pensar críticamente y de cuestionar el mundo que nos rodea, una práctica que debe estar presente en todos los ámbitos de la vida: en el trabajo, en las aulas y en conversaciones informales entre amigos.
La filosofía en el día a día
La percepción de la filosofía ha evolucionado con el tiempo; ya no se considera una disciplina exclusiva de académicos, sino que su aplicación se ha integrado en la cotidianidad de las personas. La frase atribuida a Alejandro Dumas resume este pensamiento: “Aprender no nos hace sabios; hay quienes tienen conocimiento y hay quienes tienen entendimiento; lo primero requiere memoria y lo segundo filosofía”. Este entendimiento es fundamental para abordar decisiones éticas y para debatir constructivamente sobre los acontecimientos del día a día.
En un mundo cada vez más polarizado, la UNESCO subraya la necesidad de “una confrontación razonada de opiniones”. La filosofía no solo ayuda a desarrollar un pensamiento crítico, sino que también es vital para construir una sociedad más tolerante y respetuosa. Las instituciones educativas, como escuelas y universidades, son espacios idóneos para cultivar estos valores y enfrentar los desafíos de la modernidad, tales como la inteligencia artificial y la exploración de nuevos horizontes como los asentamientos humanos en otros planetas.
Cuestionar para avanzar
La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, destacó el año pasado que “para construir un mundo mejor, para avanzar hacia un ideal de paz, debemos cuestionar los defectos de nuestro mundo, más allá del tumulto de las crisis”. Este enfoque filosófico es esencial para definir los principios éticos que deben guiar a la humanidad en tiempos de incertidumbre.
A menudo, se puede pensar que la filosofía está fuera del alcance de la vida cotidiana, pero cuando discutimos con amigos sobre los problemas que enfrentamos, estamos realizando un ejercicio filosófico. Profundizar en un tema y analizarlo críticamente es un paso hacia la sabiduría. La filosofía no debe ser vista como una carga, sino como una herramienta que brinda entendimiento y claridad a nuestras conversaciones.
Así, el Día Mundial de la Filosofía nos invita a integrar esta disciplina en todos los aspectos de nuestras vidas, fomentando un diálogo abierto y constructivo que no solo enriquece nuestras interacciones, sino que también contribuye al bienestar colectivo.
