La familia de Mario Biondo, el cámara de televisión hallado muerto hace 12 años, ha solicitado la reapertura del proceso judicial que investiga su fallecimiento. Los padres, Pippo Biondo y Santina D’Alessandro, están dispuestos a llevar su caso hasta el Tribunal Constitucional y, de ser necesario, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En una rueda de prensa celebrada este jueves, expresaron su desesperación: «Solo queremos saber quién ha matado a nuestro hijo y por qué».
Mario Biondo, ex marido de Raquel Sánchez Silva, fue encontrado muerto en su domicilio en Madrid el 30 de mayo de 2013. La Audiencia Provincial de Madrid ha admitido, por primera vez, la posibilidad de que su muerte no fuera un suicidio, lo que ha llevado a la familia a presentar un incidente de nulidad. Este nuevo enfoque se basa en un informe del juez de Palermo que sugiere que existen indicios de homicidio.
Deficiencias en la investigación inicial
La familia sostiene que la investigación llevada a cabo en España fue deficiente, cerrándose en solo mes y medio tras el hallazgo del cadáver. La abogada de la familia, Leire López, ha indicado que se produjo un «atestado irregular» y que la autopsia no se realizó adecuadamente. Según los forenses contratados por los Biondo, la posición en la que fue encontrado el cuerpo es incompatible con un suicidio.
La madre de Mario ha difundido una foto del lugar donde se encontró a su hijo, insistiendo en que el cuerpo no estaba en una posición normal para un suicidio. «Su cuerpo fue colocado para simular un ahorcamiento», han afirmado los padres, quienes también han denunciado que se filtraron datos falsos a la prensa para desviar la atención de lo que consideran un asesinato.
Datos borrados y conexiones sospechosas
Un aspecto que preocupa a la familia es el acceso remoto a la computadora de Mario, donde se borraron 996 gigas de contenido. Según los padres, alguien accedió a su ordenador poco después de su muerte y eliminó información clave. «Queremos que se investigue todo lo relacionado con su portátil y las conexiones a internet», han declarado.
En la noche de su muerte, se registraron conexiones a la red wifi de la vivienda de Mario por parte de otras dos personas, lo que sugiere que no estaba solo. Óscar Tarruella, expolicía y experto en homicidios, ha apuntado que esto refuerza la hipótesis de que Mario pudo ser asesinado por alguien que conocía.
Los Biondo han criticado también la actitud de Raquel Sánchez Silva tras la muerte de su hijo, indicando que su comportamiento fue indiferente y que nunca mostró interés por la verdad. Aseguran que sus declaraciones han sido contradictorias y que, en lugar de buscar justicia, ella ha seguido con su vida, lo que ha generado más sospechas.
La familia considera que la investigación judicial en España fue «negligente» y que se han perdido pruebas cruciales. La abogada de la familia ha subrayado que se ha vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva y que es necesario reabrir el caso para poder esclarecer lo sucedido con Mario Biondo.
