Japón ha visto un auge en la popularidad de los ‘petto kafe’, cafés donde los clientes pueden disfrutar de bebidas mientras interactúan con una variedad de animales. Esta tendencia ha transformado el concepto tradicional de cafetería, ofreciendo experiencias únicas que combinan el placer de un buen café con la compañía de adorables criaturas.
Un recorrido por los cafés más singulares de Tokio
En Tokio, los ‘cat cafés’ han sido pioneros en este fenómeno, permitiendo a los visitantes socializar con gatos en un ambiente acogedor. Sin embargo, la oferta se ha diversificado notablemente. Alpaca Fureai Land, por ejemplo, es el único café de la ciudad donde se puede disfrutar de una bebida en compañía de alpacas. Los clientes tienen la oportunidad de acariciarlas, alimentarlas y tomar fotografías, todo bajo el lema: «¡Disfruta del relajante placer de acariciar a estos animales suaves y tiernos!»
Otro local destacado es el Capyneko Café, donde los visitantes pueden interactuar tanto con capibaras, los roedores más grandes del mundo, como con una decena de gatos que se llevan de maravilla con estas criaturas. La experiencia se completa con la posibilidad de relajarse y capturar momentos entrañables en fotos.
El Owl Café, situado en la salida oeste de Ikebukuro, se ha convertido en un lugar emblemático donde los búhos vuelan libremente. Por menos de 10 euros (1 700 yenes), los clientes pueden alimentarlos y disfrutar de su compañía en un entorno tranquilo. Este tipo de interacción ha atraído a numerosos visitantes que buscan una conexión más cercana con la naturaleza.
Otras propuestas innovadoras
En agosto de 2015, se inauguró el Tokyo Snake Center en Harajuku, siendo el primer café de serpientes en Japón. Desde entonces, ha atraído a cientos de curiosos que desean «ver, tocar y sentirse reconfortados» por estas reptiles. Este establecimiento ha desafiado los límites de lo que se considera un café tradicional.
Los amantes de las nutrias pueden disfrutar de Kotsumate Ikebukuro Sunshine, donde estos adorables animales están disponibles para interactuar. Sin embargo, según las últimas publicaciones en redes sociales, el local se encuentra actualmente cerrado, dejando a muchos aficionados a la espera de su reapertura.
En el café de pájaros Sendagi, los visitantes pueden jugar con diversas aves y, si alguna les roba el corazón, incluso tienen la opción de adoptarlas. Este enfoque interactivo ha redefinido el concepto de los cafés, haciéndolos más inclusivos y personales.
Por otro lado, el café del erizo, ubicado a solo dos minutos de la estación de Shibuya, presenta un ambiente encantador donde los erizos viven en pequeñas casas de muñecas. Los clientes pueden relajarse mientras observan y juegan con estos pequeños animales, disfrutando de una experiencia única.
Los entusiastas de los conejos pueden visitar el Usagisan, una cafetería y hotel para conejos donde, por 11,70 euros (2 000 yenes), se ofrece 60 minutos de compañía con diversas criaturas peludas, incluyendo chinchillas y cobayas, todo acompañado de una bebida.
Finalmente, el Pignic Café Yokohama permite a los clientes disfrutar de un café y un aperitivo en compañía de «animados microcerditos» que siempre dan una cálida bienvenida a los visitantes. Este tipo de interacciones no solo proporcionan entretenimiento, sino que también fomentan una conexión emocional con los animales, haciendo que cada visita sea memorable.
La fiebre por los ‘petto kafe’ en Japón refleja un cambio cultural hacia la búsqueda de experiencias más ricas y significativas que trascienden la mera consumición. A medida que estos cafés continúan proliferando, ofrecen a los japoneses y turistas una forma única de relajarse y disfrutar de la compañía de animales que, de otro modo, no tendrían la oportunidad de conocer.
