En un contexto internacional caracterizado por tensiones geopolíticas y una redefinición de alianzas, el Foro La Toja ha reunido a líderes políticos, académicos y analistas para discutir el papel de Europa en el nuevo orden mundial. Este evento, celebrado en la isla gallega de La Toja, se convirtió en un espacio de reflexión sobre la necesidad de que la Unión Europea (UE) refuerce su autonomía estratégica y recupere su capacidad de liderazgo ante los desafíos externos que amenazan su estabilidad.
Entre los temas más relevantes abordados, se destacó la guerra en Ucrania, la influencia de China, el deterioro democrático en Estados Unidos y el papel de las regiones en la política europea. El exvicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, subrayó que Europa ha fallado en su política exterior y que su defensa es «prácticamente inexistente».
Desafíos en la política exterior y alianzas cuestionadas
Schinas lamentó que, durante décadas, la UE haya centrado su acción internacional en la construcción de reglas y valores, mientras otras potencias como Rusia y China han optado por el poder duro y el control geoestratégico. «La gran paradoja europea es que nos hemos convertido en una superpotencia normativa, pero sin la capacidad de proyectar fuerza ni de imponer consecuencias», afirmó, instando a la UE a reforzar su unidad política y a construir una voz propia en materia de defensa.
Las alertas sobre el estado de la democracia en Estados Unidos también marcaron el tono del foro. Amanda Sloat, exdirectora de Europa en el Consejo de Seguridad Nacional del gobierno de Joe Biden, expresó su preocupación por lo que calificó como «una regresión democrática severa» en su país, advirtiendo que Europa no puede seguir dependiendo ciegamente de su aliado transatlántico. «Europa necesita prepararse para un mundo en el que Estados Unidos no siempre será el socio predecible que fue en el pasado», destacó Sloat.
El papel de China en el conflicto de Ucrania
Uno de los momentos más destacados del foro fue la discusión sobre el papel de China en la guerra de Ucrania. El periodista y editor de Politico Europe, Jamil Anderlini, afirmó que el presidente chino, Xi Jinping, tiene la capacidad de frenar el conflicto armado. «Si Xi quisiera, la guerra podría terminar mañana», advirtió, señalando el poder de influencia que Pekín ejerce sobre Moscú.
Los expertos coincidieron en que China podría, entre otras acciones, cortar el suministro de tecnología y dejar de comprar petróleo y gas ruso, lo que afectaría la financiación de la maquinaria de guerra de Vladimir Putin. Sin embargo, todos coincidieron en que actualmente no existe voluntad política por parte del gobierno chino para ejercer esa presión. «El interés de China no es detener la guerra, sino aprovecharla para debilitar a Occidente y dividir a Europa de Estados Unidos», concluyó Anderlini.
En un contexto de desafíos globales, la necesidad de construir una Europa más autosuficiente en sectores clave como la energía y la innovación fue otro punto central del debate. La soberanía estratégica se discutió no solo como un concepto militar, sino como una herramienta para reducir vulnerabilidades frente a crisis externas.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, criticó la «recentralización» de los fondos europeos por parte del Gobierno central en España, subrayando que las comunidades autónomas son fundamentales en la gestión de políticas europeas. «Las regiones no pueden ser tratadas como actores secundarios», afirmó, abogando por una mayor participación de las comunidades autónomas en la toma de decisiones.
El foro dejó una sensación compartida: Europa se encuentra en un momento decisivo. Las amenazas externas, como la guerra y la presión de China, coinciden con debilidades internas que podrían dejar al continente sin rumbo en el escenario global. Para ser un actor relevante en el siglo XXI, Europa debe dejar de depender de terceros y asumir su rol geopolítico, reformando sus estructuras internas y apostando por una visión estratégica más allá de lo normativo.