En noviembre de 1994, la editorial Mira Editores lanzó la segunda novela del escritor, titulada ‘Bendita calamidad’. Este relato, que combina el humor con la aventura, está ambientado en el Moncayo y narra la historia de dos hermanos con problemas económicos que deciden secuestrar a un acaudalado industrial de la región llamado Publio Benítez. Sin embargo, el destino jugaría una carta inesperada.
Siete meses después de la publicación, en mayo de 1995, el empresario Publio Cordón fue secuestrado en Zaragoza por la organización terrorista GRAPO. Este hecho trajo consigo una serie de controversias que impactaron directamente al autor de la novela. Poco después de que la historia empezara a ser leída en diversos centros educativos, algunos profesores comenzaron a relacionar la ficción con la dura realidad del secuestro.
Uno de los colegios donde se discutió el libro fue el Santo Domingo de Silos, durante el curso escolar 1995-1996. En una charla con los alumnos que habían leído la novela, un estudiante expresó su desacuerdo con el uso del nombre de un hipotético rehén que coincidía con el del empresario secuestrado. Ante esta acusación, el escritor se vio obligado a defender su elección de nombre mostrando la página de créditos del libro. Allí podía verse claramente que la fecha de publicación precedía al incidente real.
Afortunadamente, este escándalo tuvo un desenlace positivo para el autor. La tercera edición de la novela, publicada por Alba Editorial en su colección Alba Joven, llegó poco después. En esta nueva versión, el personaje de Publio Benítez sufrió un cambio de nombre, convirtiéndose a partir de entonces en Pablo Benítez, lo que eliminó cualquier posible asociación con el suceso trágico.
Este curioso paralelismo entre la ficción y la realidad pone de manifiesto cómo los escritores pueden, sin pretenderlo, verse inmersos en situaciones inesperadas que trascienden sus obras. La historia de ‘Bendita calamidad’ es un recordatorio de que la literatura no solo refleja la vida, sino que a veces puede anticiparse a ella de maneras sorprendentes.
