El incremento de estafas en alojamientos turísticos ha puesto en alerta a los viajeros que buscan disfrutar de sus vacaciones. En este contexto, se ha observado un repunte en las quejas de personas que, tras realizar una reserva, se encuentran con que el alojamiento ya ha sido alquilado a otra persona o, en el peor de los casos, ni siquiera existe. Esta situación afecta especialmente a aquellos que dejan sus reservas para última hora, con la esperanza de encontrar ofertas atractivas.
Según Etna Rey, abogada de Lambda Estudio Jurídico en Bilbao, el pasado miércoles atendió la llamada de un hombre de Navarra que había reservado un piso a través de Airbnb, solo para enterarse de que el propietario le estaba anulando la reserva y solicitándole pagos irregulares. Este tipo de fraudes han proliferado en los últimos años, especialmente con el auge de las plataformas de alquiler vacacional.
Modalidades de fraude en el alquiler vacacional
Las estafas generalmente comienzan con anuncios de propiedades que parecen demasiado buenas para ser ciertas, ofreciendo precios muy por debajo del mercado. En muchos casos, estos anuncios son copias de anuncios legítimos, pero con información de contacto alterada. “Es habitual que te pidan que realices la reserva fuera de la plataforma, lo cual te priva de la garantía de que tu pago sea devuelto en caso de cancelación”, explica Rey.
La urgencia es otra táctica común utilizada por los estafadores. Los afectados suelen recibir presiones para confirmar la reserva rápidamente, bajo la amenaza de que hay otros interesados en la propiedad. Una vez que la víctima ha accedido a realizar el pago, los métodos propuestos suelen ser inseguros, como transferencias a cuentas personales o pagos mediante Bizum a desconocidos. Después de completar la transacción, el contacto del estafador suele desaparecer.
Consejos para evitar caer en la trampa
Los expertos aconsejan a los viajeros ser cautelosos y contrarrestar toda la información antes de proceder con una reserva. Utilizar herramientas como Google Maps y Street View puede ayudar a verificar la existencia del inmueble. Además, solicitar una videollamada al propietario para mostrar el piso puede ser un buen método de protección. “Muchos estafadores alegan vivir en el extranjero y no pueden realizar una videollamada. Si aceptan, puedes ponerle cara a la persona y comprobar el estado real del alojamiento”, subraya Rey.
Desde el 1 de julio de 2023, la legislación exige que las viviendas turísticas anunciadas en plataformas de alquiler incluyan un número de registro oficial por comunidad autónoma. Aunque Rey tiene dudas sobre si esta medida reducirá el fraude, confía en que al menos facilitará un primer filtro para las plataformas. “Los que son buenos hallarán la forma de eludir esta normativa, pero al menos las estafas más burdas podrían disminuir”, concluye.
