martes, diciembre 09, 2025

Un medicamento común podría combatir el glioblastoma agresivo

La hidralazina, un fármaco habitual, podría frenar el glioblastoma, el tumor cerebral más letal.
por 28 noviembre, 2025
Lectura de 1 min

La hidralazina, un medicamento comúnmente utilizado para tratar la hipertensión arterial y la preeclampsia, ha revelado un potencial inesperado en la lucha contra el glioblastoma, el tumor cerebral más agresivo y mortal. Este descubrimiento, publicado en la prestigiosa revista Science Advances, podría abrir nuevas perspectivas terapéuticas para una enfermedad que hasta ahora contaba con escasas alternativas.

Investigadores han logrado desentrañar el misterio de cómo funciona la hidralazina, un fármaco que ha estado en uso durante décadas. Mediante el desarrollo de una versión modificada llamada HYZyne, los científicos fueron capaces de seguir el rastro de la sustancia dentro de las células y observar su interacción con diferentes proteínas. Este enfoque innovador ha permitido descubrir que la hidralazina se une selectivamente a una enzima denominada 2-aminoetanetiol dioxigenasa (ADO), que desempeña un papel fundamental en la regulación de la presión arterial.

Un hallazgo clave en la investigación del cáncer

La relación entre la hipertensión y el glioblastoma ha sido objeto de estudio en investigaciones anteriores, que apuntaban a que este tipo de cáncer se beneficia de la actividad elevada de la enzima ADO para su crecimiento. Con esta información, los científicos se preguntaron qué sucedería si se aplicara un fármaco que bloquea la ADO, como la hidralazina, directamente sobre el tumor. Los resultados fueron sorprendentes: las células tumorales entraron en un estado de senescencia, dejando de multiplicarse y frenando el avance del cáncer.

Lo más notable es que el efecto se mantiene durante varios días tras una única aplicación del fármaco, lo que sugiere un potencial terapéutico significativo. Sin embargo, los investigadores enfatizan la necesidad de cautela, ya que estos resultados se han obtenido en condiciones de laboratorio y aún queda un largo camino por recorrer antes de aplicar este tratamiento a pacientes reales.

Un futuro prometedor para la investigación clínica

El siguiente paso en esta investigación será estudiar cómo actúa la hidralazina en organismos completos y llevar a cabo ensayos clínicos para confirmar su eficacia y seguridad en este nuevo uso. La ventaja de la hidralazina radica en que, al ser un medicamento ya aprobado y con un perfil de seguridad bien establecido, podría acelerar la transición hacia ensayos clínicos, facilitando su uso en tratamientos para el glioblastoma.

Este descubrimiento no solo ofrece una nueva esperanza para los pacientes con uno de los cánceres más difíciles de tratar, sino que también abre la puerta a nuevas estrategias para abordar la hipertensión y otras condiciones relacionadas con la presión arterial, como la preeclampsia, de manera más precisa y efectiva.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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