La estabilidad del verano se ve interrumpida en gran parte de España debido a la llegada de una nueva serie de lluvias y tormentas. Según el reconocido meteorólogo Roberto Brasero, esta inestabilidad se acentuará especialmente en el norte y el este del país durante dos días críticos: el miércoles y el jueves. La causa de este fenómeno es una borrasca atlántica que cruzará el noreste peninsular y provocará un nuevo episodio de precipitaciones significativas.
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Precipitaciones intensas y granizo en el horizonte
Para el miércoles, se prevén lluvias localmente fuertes, que podrían alcanzar hasta 40 litros por metro cuadrado en tan solo una hora. Además, hay posibilidad de aparición de granizo en algunos puntos. Las regiones más afectadas serán Cataluña, Aragón, Navarra y el norte de Valencia, donde ya se han activado avisos de nivel naranja. También se espera que la lluvia llegue de forma más débil al Cantábrico, Galicia y al norte de las islas montañosas de Canarias.
En el resto del territorio español, la situación será distinta, con cielos mayormente despejados y presencia de calima en el sureste peninsular. Aunque la sensación térmica será cálida, no se alcanzarán valores extremos en la mayoría de las regiones.
Complicaciones meteorológicas para el jueves
El jueves, la situación meteorológica se complicará aún más. La borrasca continuará su avance hacia el sur, ampliando el alcance de las precipitaciones intensas. Se anticipa que las tormentas seguirán activas en Cataluña y la Comunidad Valenciana, además de comenzar a extenderse por Castilla-La Mancha y el interior de la Región de Murcia, así como en el este de Andalucía, especialmente en la provincia de Almería.
En estas áreas, se prevén chubascos tormentosos localmente muy fuertes, acompañados de un notable descenso térmico. El jueves, las temperaturas solo superarán los 35 grados en zonas muy concretas, marcando un giro en las condiciones climáticas que se han mantenido estables hasta ahora.
Para el viernes, se espera que la borrasca responsable de esta situación se aleje, lo que permitirá un panorama más tranquilo. Las precipitaciones irán perdiendo intensidad y frecuencia, aunque todavía podrían registrarse algunos chubascos residuales en el este peninsular. El fin de semana, por el contrario, traerá de nuevo el sol y el calor característicos del último fin de semana de julio.
En resumen, el miércoles y el jueves serán días para extremar la precaución en varias zonas del país. Los avisos meteorológicos ya están activados en buena parte del este peninsular y en Baleares, y es probable que se amplíen. Los expertos recomiendan mantenerse informado y seguir la evolución de los avisos oficiales, especialmente para quienes no disfrutan de las lluvias.
