La venta de pisos de protección oficial en Navia ha cobrado notoriedad por un hecho alarmante: algunos de estos inmuebles están ocupados ilegalmente. Esta situación, ya habitual en otras ciudades como Vigo, ha generado un mercado complejo donde la incertidumbre acecha a potenciales compradores.
La inmobiliaria que gestiona estos pisos ha confirmado que varios de ellos, construidos hace aproximadamente quince años, se ponen a la venta con okupas dentro. Un caso particular involucra a una propietaria que, tras liberar su inmueble de la protección autonómica, optó por alquilarlo. Sin embargo, el inquilino lleva dos años sin pagar, y a pesar de que el juzgado ha dictado resoluciones a su favor, el proceso de desalojo se ha alargado debido a la consideración de la vulnerabilidad del ocupante.
240.000 euros es el precio que se pide por uno de estos pisos, una cifra que supera en unos 100.000 euros el valor que la propietaria abonó hace más de una década. La inmobiliaria ha advertido que todos los gastos y daños ocasionados por el okupa correrán a cargo de la actual dueña, mientras que el nuevo comprador deberá asumir el proceso de desalojo, que puede incluir desde una nueva demanda hasta la contratación de empresas especializadas en desalojos, con precios a partir de 3.000 euros.
Dificultades en la venta
A pesar del esfuerzo por vender estos inmuebles, la situación de ocupación ilegal complica considerablemente las transacciones. La agencia inmobiliaria ha señalado que los anuncios de pisos con okupas tardan mucho más en ser vendidos que aquellos que están disponibles. En contraste, los pisos liberados de la protección autonómica en Navia se han vendido en cuestión de días.
Los compradores son reacios a desembolsar una suma considerable de dinero ante una situación tan problemática. Un nuevo propietario no podrá acceder a la vivienda, ni para habitarla ni para alquilarla, hasta que se resuelva el desalojo, un proceso que puede ser prolongado y requerir acciones legales complicadas.
A pesar de las desventajas, la principal atracción de adquirir un piso okupado es el precio, ya que se ofertan a cifras notablemente inferiores a las del mercado actual. Sin embargo, los potenciales compradores deben sopesar cuidadosamente los riesgos y complicaciones que esta situación conlleva antes de tomar una decisión.
