La inauguración del curso universitario en la Comunidad de Madrid se vio marcada por una intensa protesta estudiantil el pasado viernes en la plaza de la histórica Universidad de Alcalá de Henares. Los manifestantes, que exigían una mayor financiación para las universidades públicas, se hicieron oír con consignas como “Ayuso, sionista, estás en nuestra lista” y “¡Fuera empresas de la universidad!”, mientras ondeaban banderas en apoyo a Palestina. La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, llegó al evento acompañada de la alcaldesa de Alcalá, Judith Piquet, y el consejero de Educación y Universidades, Emilio Viciana, entre un ambiente de tensión.
Un centenar de personas se congregó en una esquina de la plaza de San Diego, delimitados por vallas a unos cien metros de la llegada de Ayuso. Cuatro representantes del Claustro de la Universidad de Alcalá abandonaron la ceremonia para unirse a la protesta, un acto que subraya la creciente frustración entre los estudiantes respecto a la situación educativa en la región. La presidenta, rodeada de un gran número de cámaras, optó por no responder a las preguntas de los periodistas, limitándose a saludar a sus seguidores situados al otro lado de la plaza.
Demandas por una educación pública más justa
En conversación con este periódico, un estudiante que prefirió mantener el anonimato destacó la importancia de la lucha en defensa de las universidades públicas. “La política no puede quedar fuera de las universidades, es Ayuso quien lleva una política reaccionaria disfrazada de técnica y profesional”, afirmó. El universitario también hizo hincapié en la necesidad de movilizar a los estudiantes trabajadores como única forma de garantizar derechos y construir una alternativa real que represente a la clase trabajadora.
Ayuso y el rechazo a la censura
Durante su discurso en la apertura del curso, Ayuso abordó las movilizaciones estudiantiles y reafirmó su rechazo a lo que consideró “manipulación, colectivización y coacciones de ningún tipo” en el ámbito educativo. En un contexto de reciente controversia por los vetos de su Gobierno a muestras de apoyo a Palestina en centros públicos, la presidenta sugirió que “el que busca saber tiene que estudiar mucho, pensar y cuestionarse todo al menos una vez”.
Ayuso hizo un llamado al trabajo conjunto, rechazando la politización de la educación y la “cancelación”, término que considera un eufemismo para la censura y el totalitarismo. La situación refleja la creciente tensión entre el Gobierno regional y los estudiantes, que continúan exigiendo respuestas y soluciones a la crisis de financiación que afecta a las universidades públicas en Madrid.