En Málaga, más de 250 locales comerciales han sido transformados en viviendas en lo que va de año, según el Consejo de Urbanismo de la ciudad. Este fenómeno es resultado de un incremento en la demanda de vivienda que supera la oferta, combinado con el declive del comercio local, que se ve afectado por el auge de las grandes superficies y el comercio electrónico.
La situación ha llevado a cientos de propietarios a buscar alternativas viables para sus locales vacíos. En un contexto donde el precio de la vivienda continúa en ascenso, cada vez más personas ven con buenos ojos la posibilidad de habitar lo que alguna vez fue una tienda, previa reforma y cambio de uso. Hasta la fecha, Urbanismo ha tramitado y aprobado un total de 254 expedientes para convertir estos espacios en residencias.
Cambios de uso y rentabilidad
El mes de noviembre ha sido especialmente activo, con la aprobación de 40 cambios de uso en la Gerencia de Urbanismo. Sin embargo, no todos los cambios aprobados se ejecutan, ya que el año pasado se registraron 390 cambios de uso, y en los últimos tres años, alrededor de 800 inmuebles han sido convertidos en viviendas. Esta tendencia responde a la búsqueda de una mayor rentabilidad por parte de los propietarios, quienes encuentran en la conversión de locales una alternativa más lucrativa.
Los hermanos Castillo, Juan José y Javier, compartieron su experiencia tras adquirir un local en Nueva Málaga por 60.000 euros, a lo que hay que sumar el IVA. Tras dividir el espacio en apartamentos, lograron vender cada uno por entre 106.000 y 110.000 euros. Este tipo de transacciones ilustra el atractivo que tiene el cambio de uso para arrendadores y vendedores, quienes buscan maximizar sus beneficios.
Un informe del portal inmobiliario Idealista revela que el rendimiento económico de las propiedades convertidas en residencias es un 86% superior al de aquellos que se dedican a actividades comerciales, y un 80% más alto que si se rentan como oficinas. Esto ha hecho que muchos propietarios opten por esta solución, especialmente en un mercado donde la moratoria para inscribir nuevos pisos turísticos ha añadido presión a la oferta de viviendas.
Controversias y normativas
La concejala de Urbanismo, Carmen Casero, defendió que todos los cambios de uso aprobados cumplen con la normativa vigente, argumentando que se respetan los planes generales de urbanismo. En respuesta a las críticas de Toni Morillas, concejal de Con Málaga, quien apuntó que muchos de estos cambios no terminan en viviendas sino en alquileres turísticos, Casero recordó que la inspección de estos espacios depende de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, no del Ayuntamiento de Málaga.
La moratoria en la inscripción de nuevas viviendas turísticas, vigente desde octubre, ha llevado a muchas personas a buscar alternativas legales para obtener ingresos a través del alquiler. Sin embargo, la falta de un plan de inspecciones específico podría permitir que muchos de estos locales se conviertan en alojamientos turísticos ilegales, un aspecto que preocupa a varios sectores de la comunidad.
La situación en Málaga refleja una tendencia más amplia en muchas ciudades españolas, donde la transformación de locales comerciales en viviendas se está convirtiendo en una solución ante la creciente crisis habitacional. A medida que la demanda de vivienda sigue superando la oferta, es probable que este fenómeno continúe en el futuro cercano.
