En un relato que mezcla el día a día de la vida en Las Vegas con estadísticas sorprendentes, Artha, una prostituta que lleva cinco años en la ciudad del pecado, ha documentado meticulosamente sus encuentros sexuales. En total, ha mantenido 1 203 encuentros con 1 076 clientes distintos, reflejando un estilo de vida que ha decidido registrar con detalle casi clínico.
Entre sus registros, Artha ha anotado que en 97 ocasiones los clientes no pudieron lograr una erección, mientras que en 214 ocasiones eyacularon antes de la penetración. Su experiencia incluye 88 actos de coito anal y 863 felaciones, además de 13 relaciones lésbicas profesionales y 3 no profesionales.
Un enfoque único hacia la prostitución
Los datos, que Artha guarda en una carpeta con separadores categorizados como «Mamadas» y «Azotes», son el reflejo de una vida que ha optado por ser contabilizada. Cada encuentro se anota con tinta verde y una estilográfica Parker 51, destacando una meticulosidad inusual para su profesión. «Llevo estos registros igual que otra gente escribe un diario», comenta Artha, quien aún no conoce términos como «felación» o «cunnilingus», considerándolos «simpáticos» al conocer su significado.
Más allá de su vida profesional, Artha lucha con los desafíos del día a día en Las Vegas. A menudo, se enfrenta a situaciones inesperadas, como cuando un cliente rompió su secador de pelo en un incidente desafortunado. A pesar de sus esfuerzos por hacer valer la garantía en la tienda, se encontró con la negativa de la encargada, lo que la llevó a una discusión que terminó en insultos.
El contraste entre la vida y el arte
La vida de Artha no es solo sobre números y encuentros; también encuentra consuelo en la poesía. Cada mañana, antes de salir a trabajar, lee un poema de Sara Teasdale, lo que le proporciona una sensación de paz. «Es como leer la Biblia», dice, una forma de encontrar un sentido en medio de la caótica vida de Las Vegas.
La historia de Artha es un reflejo de las complejidades de la prostitución en una ciudad donde el lujo y la decadencia coexisten. Sus estadísticas no solo son números; son un espejo de su vida, sus luchas y sus aspiraciones. Mientras sigue su camino en el Manhattan Beauty College, donde busca un futuro más allá de la prostitución, Artha demuestra que hay más en su historia que solo su trabajo en las calles de Las Vegas.
La narrativa de John Gregory Dunne en su obra «Vegas. Crónica de una mala racha» se entrelaza con la vida de Artha, ofreciendo un vistazo crudo y honesto a una realidad que muchos prefieren ignorar. A través de sus páginas, se revela no solo la lucha de una mujer, sino también una crítica a una sociedad que, a menudo, se muestra indiferente ante las vidas de aquellos que viven en la periferia de la moralidad.
