La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha logrado, de momento, esquivar una multa de 6,4 millones de euros tras una sanción impuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Esta resolución, sin embargo, conlleva la obligación de modificar su sistema de tarifas, que ha sido calificado de abusivo. La Audiencia Nacional ha urgido a la SGAE a abandonar su actual modelo tarifario dirigido a radios y televisiones, que ha sido considerado anticompetitivo.
La sanción de la CNMC, dictada en junio de 2024, se deriva de denuncias presentadas por competidores de la SGAE, como Unison y DAMA. Estas entidades acusaron a la SGAE de establecer tarifas que limitaban la competencia en el mercado de licencias musicales y audiovisuales. La CNMC concluyó que el sistema de «tarifas por disponibilidad promediada» (TDP) funcionaba en realidad como una tarifa plana, empujando a los usuarios a elegir opciones desproporcionadas en lugar de tarifas por uso efectivo.
Impacto de la sanción y necesidad de cambio
La SGAE argumentó que el pago inmediato de la multa representaría un impacto significativo en sus finanzas, afectando aproximadamente al 11% de sus ingresos de 2023 y comprometiendo su estabilidad económica. La entidad advirtió que esto podría llevar a un patrimonio neto negativo y a un incremento en las comisiones que perciben sus socios, perjudicando gravemente a autores y editores.
El fallo de la Audiencia Nacional ha permitido a la SGAE ganar tiempo financiero, pero ha limitado sus argumentos para mantener su actual modelo tarifario. La decisión de suspender la multa se condiciona a que la SGAE presente un aval bancario en un plazo de dos meses. A pesar de este alivio, la entidad está obligada a reconfigurar su sistema de tarifas, lo que plantea incertidumbres sobre su futuro operativo.
Reacción de la SGAE y el futuro del sector
En el contexto de la competencia creciente, la SGAE ha reconocido que un cambio radical en sus tarifas podría generar perjuicios significativos. Esto implica no solo rehacer contratos, sino también adaptar su operativa a un nuevo régimen que permita la evaluación de repertorios adicionales gestionados por competidores. La CNMC y la Audiencia Nacional han coincidido en que la conducta de la SGAE ha sido abusiva y que no puede continuar mientras se resuelve el recurso.
Durante décadas, la SGAE ha tenido un control absoluto sobre los derechos de autor en España, pero la aparición de competidores como DAMA y Unison ha comenzado a erosionar su cuota de mercado. La situación actual no solo amenaza su modelo de negocio, sino que también podría transformar el panorama de la gestión de derechos en el país.
